«Todavía me aferro con fuerza a mi fe cristiana y nutro mi confianza en Dios, mi Padre, que me defenderá y me devolverá la libertad"
«Papa Francisco, soy tu hija, Asia Bibi. Te ruego:
reza por mí, por mi salvación y por mi libertad. En este momento sólo puedo
encomendarme a Dios, que es el omnipotente, aquel que todo lo puede».
Así empieza la carta al Papa Francisco de Asia Bibi, la madre de familia
católica condenada a muerte en Paquistán por un supuesto delito de blasfemia.
La ha escrito después de que la Alta Corte de Lahore confirmara el veredicto de la condena, según ha publicado «Vatican Insider».
«Todavía me aferro con fuerza a mi fe cristiana y nutro
mi confianza en Dios, mi Padre, que me defenderá y me devolverá la
libertad. También confío en ti, Santo Padre Francisco, y en tus oraciones»,
prosigue en la carta enviada a la Santa Sede.
«Papa Francisco –prosigue
el texto–, sé que estás rezando por mí con todo el corazón. Sé que,
gracias a tu oración, mi libertad podría ser posible. En el nombre de
Dios Omnipotente y de su gloria, te expreso todo mi agradecimiento por tu
cercanía, en este momento de sufrimiento y desilusión».
Cinco años en la
cárcel
Asia Bibi lleva cinco años presa en una cárcel
para mujeres de Multán, en régimen de aislamiento para dificultar que pueda ser
asesinada por algún fanático islamista o alguien contratado por ellos.
La historia se ha contado varias veces: Asia Bibi estaba labrando la
tierra junto con otras campesinas musulmanas en su aldea local de Ittanwali
cuando su capataz le ordenó traer agua para dar de beber. A su
regreso, cargada con un barreño, derramó un poco del contenido sobre la
ropa del capataz. Una de las compañeras musulmanas le espetó entonces:
“Aparta tus sucias manos de cristiana; vas a contaminar nuestra agua
porque los de tu religión sois impuros”.
Entonces, la cristiana
explotó cansada de acumular agresiones e insultos de sus compañeras, algo común
cuando se profesa el credo cristiano en el país islámico. La acusación asegura
que fue entonces cuando se supone que Asia Bibi lanzó una blasfemia contra el
profeta Mahoma, algo que ella y la defensa niegan.
Peligro de
desánimo
Conoció el veredicto del tribunal hace algunos días. Su
esposo, los abogados y los colaboradores de la organización «Renaissance
Education Foundation», que se encargan de su familia, le comunicaron que los
«tiempos del proceso se alargaron más»... una forma de buscar un aspecto
positivo, ya que temen que una noticia tan mala pueda provocar una nueva caída
en el ánimo de la mujer, que sigue en condiciones muy frágiles.
En diciembre le contó su
estado

«A Su Santidad el Papa
Francisco, en el nombre de Nuestro Señor omnipotente y glorioso, yo Asia Bibi
querría expresar toda mi profunda gratitud a Dios y a usted, Padre
Santo. Espero también que cada cristiano haya podido celebrar con
alegría la Navidad apenas pasada. Como muchos otros prisioneros, también
yo he festejado en la cardel de Multan, aquí en Pakistán, el nacimiento
del Señor”.
“Quiero agradecer -escribe- a ´Renaissance Education
Foundation´, que logró mi sueño de vivir la Navidad junto a mi marido y mis
hijos, trayéndolos aquí a Multan. Me hubiera gustado estar en San Pedro
para pasar la Navidad y rezar junto a usted, pero tengo confianza en el proyecto
que Dios tiene para mí y ojalá pudiera realizarse el año próximo. Estoy
muy agradecida a todas las iglesias que están rezando por mí y luchan por mi
libertad”.
Y continuaba la misiva navideña: “No se cuanto podré aún ir
adelante. Si estoy aún viva es gracias a las fuerzas que sus oraciones
me dan. He encontrado a muchas personas que hablan y combaten por mí.
Lamentablemente aún no ha servido. En este momento quiero solamente confiarme a
la misericordia de Dios que todo lo puede. Solamente Él puede
liberarme”.
“En este invierno -indica la cristiana presa- estoy
enfrentando muchos problemas: mi celda no tiene calefacción y no tiene
una puerta adaptada para protegerme del frío penetrante, también las
medidas de seguridad son inadecuadas, no tengo bastante para realizar las
necesidades cotidianas y estoy muy lejos de Lahore, por lo que mis
familiares no logran ayudarme”.
Quiera, en fin Santo Padre,
aceptar mis mejores deseos para el año nuevo. Sé que usted reza por mí
con todo el corazón. Y esto me da confianza que un día mi libertad
serán posible. Segura de que me recordará en sus oraciones, la saludo con
afecto. Asia Bibi, su hija en la fe”.
Cuando Benedicto XVI la mencionó
en San Pedro
En noviembre de 20100, el Papa Benedicto XVI pidió a los
fieles congregados en la plaza de San Pedro rezar “por la difícil situación de
los cristianos en Pakistán, a menudo son víctimas de violencias y
discriminación”.
Específicamente mencionó su cercanía espiritual
“a Asia Bibi y a sus familiares”, pidiendo que “le sea restituida la
plena libertad”. Y añadió: “Rezo por cuantos están en situaciones análogas y
para que su dignidad humana y sus derechos fundamentales sean plenamente
respetados”.
Fuente: ReL