TERMINA EL VIAJE DEL PAPA: «QUE CESEN LOS ATAQUES. LAS ARMAS MATAN, LA NEGOCIACIÓN Y EL DIÁLOGO EDIFICAN»

El Papa se despide del Líbano con un «llamamiento urgente» a «que cesen los ataques» y la violencia. «¡Elijamos todos la paz como camino, no solo como meta!»
Misa del Papa antes de volver a Roma. Foto: CNS. Dominio público

El Papa ha puesto punto y final a su viaje al Líbano con un «llamamiento urgente» a «que cesen los ataques y las hostilidades. Que ya nadie crea que la lucha armada conlleva algún beneficio». No, «las armas matan». Y al contrario, «la negociación, la mediación y el diálogo edifican. ¡Elijamos todos la paz como camino, no solo como meta!», ha clamado León XIV.

Asimismo, el Pontífice ha expresado su deseo de que los libaneses aprendan a «trabajar juntos» y a «esperar juntos» que se convierta en realidad lo que san Juan Pablo II dijo al país en una carta fechada en 1989 ante la violencia: «el Líbano, más que un país, es un mensaje». Que «así sea», ha aseverado.

Paz en Medio Oriente

Antes del llamamiento a la paz, el Santo Padre ha reconocido que «partir es más difícil que llegar» porque «en Líbano estar juntos es contagioso». Aquí «encontré aquí a un pueblo al que no le gusta el aislamiento, sino el encuentro» y aun así, a pesar de «dejar esta tierra», ahora «los llevo en el corazón».

En este sentido, «no nos separamos, sino que, habiéndonos encontrado, seguiremos adelante juntos». Un deseo en el que el Papa aspira a que se involucre todo Medio Oriente: «Esperamos que se comprometa con este espíritu de fraternidad y de esfuerzo por la paz, incluso quien hoy se considera enemigo».

La Virgen y san Charbel

En sus palabras de despedida, el Papa también ha querido constatar «con cuánta veneración» el Líbano «honra a la bienaventurada Virgen María, tan querida tanto para los cristianos como para los musulmanes». Asimismo, ha recordado su oración ante la tumba de san Charbel, donde ha podido percibir «las profundas raíces espirituales de este país». En este sentido, ha exclamado: «¡Cuánta savia de su historia puede sostener el difícil camino hacia el futuro».

También ha rememorado su visita al puerto de Beirut, que «me ha conmovido». Allí ha podido estar este mismo martes por la mañana. «La explosión ha devastado no solo un lugar, sino tantas vidas. He rezado por todas las víctimas y llevo conmigo el dolor y la sed de verdad y de justicia de tantas familias, de todo un país».

Recuerdo del Papa Francisco

Por último, el Santo Padre ha enviado un saludo a todas las regiones del país que no ha podido visitar. Concretamente ha citado a «Trípoli y el norte, la Becá y el sur del país, que viven de modo particular una situación de conflicto y de incertidumbre. A todos extiendo mi abrazo y mi deseo de paz».

Y en el capítulo de las ausencias ha recordado a su «amado antecesor», el Papa Francisco, «que tanto hubiera querido estar aquí». El Papa argentino, «en realidad, está con nosotros, camina con nosotros junto a otros testigos del Evangelio que nos esperan en el abrazo eterno de Dios; somos herederos de aquello que han creído; de la fe, la esperanza y el amor que los han animado».

José Calderero de Aldecoa

Fuente: Alfa y Omega