Preparando la Navidad
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ya quedan muy
pocos días para Navidad y, por aquí en el monasterio, todo transcurre entre
belenes y postales de Navidad.
Desde que
tenemos imprenta, cada hermana, en la oración, se diseña su postal de Navidad.
Me las envían al correo, las imprimimos y, después, en el recreo se reparten.
En ese momento,
cada una comparte lo que está viviendo en ese momento y qué le ha llevado a
hacer esa felicitación. La verdad es que es muy impresionante que, viviendo
todas las mismas cosas, cada una tenga una vivencia diferente.
Cuando estaba
imprimiendo, le daba gracias al Señor por concedernos a cada uno de nosotros el
poder vivir de Él, y me impresiona lo creativo que es el Señor: no se repite
nunca. Igual que todos somos distintos, así son también las vivencias que
tenemos.
Jesús lo vivió
con los apóstoles, todos tan distintos. Jesús les hablaba a todos lo mismo y, a
cada uno, le llegaba al corazón una cosa; y así tenemos la riqueza de los
Evangelios, están unidos en lo esencial y, después, cada uno expresa, con su
forma de ser y sus vivencias, lo que acontecía.
El Señor
siempre les iluminaba al hablar. Además, me llama la atención que, siendo tan
distinto cada evangelista, los distintos Evangelios, no tienen contradicción
entre ellos.
Esto solo lo
puede hacer el Espíritu Santo, que nos une en Cristo para gloria de Dios Padre.
Es un misterio que nuestra cabeza no puede comprender. Cuando nos encontramos
con estos misterios tan de frente y vemos estas maravillas de la creación del
Señor, es casi imposible no creer, y pensar que somos fruto de la nada, o del
azar, o de la energía. Solo un Dios que te ama, y te ama personalmente, se toma
la delicadeza de crearte único.
Hoy el reto del
amor es mirar con detenimiento a cinco personas que tengas a tu alrededor y
darle gracias al Señor por su vida y porque Él las ha puesto en tu camino.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
16 diciembre
2025
Fuente: Dominicas de Lerma
