El Niño Jesús
 |
| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estoy
escribiendo un capítulo nuevo para el libro del perdón, el libro que muchos de
vosotros ya conocéis: “Si no puedes perdonar, esto es para ti”. Me han animado
a reeditarlo con la editorial Vive de Cristo y estoy revisando el libro, y
profundizando en algunos temas que a lo largo de estos años me han preguntado o
sugerido. Uno de ellos es el perdón a uno mismo.
¿Quién no ha
tenido o tiene algo que perdonarse por cosas del pasado? Por un lado, lo que
hemos hecho, y por otro, lo que nos han hecho. Aquí voy, poco a poco,
escribiendo. Pero estos días, mirando a Jesús Niño en el pesebre, me daba
cuenta de que el perdón es un don que Él nos regala. Claro que podemos poner de
nuestra parte, pero hay una parte que es don, se te tiene que dar de lo alto.
Solo el Señor
tiene el poder de quitarnos del corazón la espina que no nos deja descansar.
Solo el Señor puede hacer que todo desaparezca y que lo que parece imposible se
haga posible, o que aquello que nosotros cargamos, de repente lo cargue Él.
Pero la
realidad es que, cogiendo a Jesús entre mis manos, lo veo tan pequeño, tan
humano, que necesito una fe y una confianza fuertes para creer que obrará donde
a mí me parece que no se puede hacer nada. Pero para esto se ha encarnado
Cristo: para vencer tus imposibles.
Jesús, con Su
nacimiento, hace que todo sea posible. Ya no hay límites en nuestra vida,
porque Su amor los supera todos. Y te preguntarás: ¿y qué puedo hacer? No es
tanto hacer como dejarte hacer, ir a Cristo y pedirle este don del perdón, para
que tu corazón se libere y vuelva a amar.
Hoy, el reto
del amor es coger al Niño Jesús entre tus manos y orar un rato. Pídele lo que
tienes en el corazón, aquello que más necesitas.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
28 diciembre
2025
Fuente: Dominicas de Lerma
