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| Ángel David se forma en España gracias a Fundación CARF para ser sacerdote. Dominio público |
Desde el pasado 11 de noviembre y hasta este sábado 15, la Fundación CARF organiza en la calle Padilla Nº9 de Madrid un mercadillo solidario en apoyo de sacerdotes diocesanos y religiosos de todo el mundo.
Abierto de 11 a 21 horas, el mercadillo cumple este 2025 su 29ª edición recaudando fondos para la formación de seminaristas, sacerdotes diocesanos y religiosos.
Uno de ellos es Ángel David Álvarez, seminarista de Tabasco (México) que actualmente reside en el Seminario internacional Bidasoa y se forma en las Facultades Eclesiásticas de la Universidad de Navarra de cara a su ordenación.
Ateísmo práctico
Como él mismo relató en el portal de Fundación CARF, sorprende su preparación para el sacerdocio cuando, hasta no hace mucho, vivía inmerso en un “ateísmo práctico” con su familia, numerosa de cinco hermanos y con unos padres que se definían creyentes, pero que “no contemplaban a Dios en la vida cotidiana y mucho menos ir a misa”.
Para Ángel David, su primer contacto personal y decidido con la fe tuvo lugar durante su preparación para la Primera Comunión y su dedicación como monaguillo en misa, lo que le permitió vivir de cerca la liturgia.
El momento definitivo tuvo lugar durante una misa. “El sacerdote tenía a unas 50 personas esperando para confesarse, y pensé que era imposible que pudiera llegar a todas. Me pregunté si algún día podría ser yo quien ofreciera el perdón de Dios… y en ese momento, Él sembró la semilla de mi vocación”, recuerda.
Tabasco, su diócesis natal, no escapa de la creciente secularización: tiene un millón y medio de católicos -63% de la población-, 250 sacerdotes y 120 parroquias, lo que resulta en unos 6.000 feligreses por cada sacerdote.
“El mayor reto es el secularismo y el materialismo en los jóvenes –explica Ángel David–. Ese materialismo lleva a la falta de compromiso en la Iglesia. Además, el aumento de diversas religiones y sectas ha hecho que el catolicismo esté un poco a la baja”.
A pesar de ello, Tabasco es una diócesis viva, marcada por la alegría y la hospitalidad de su gente. Sus comunidades rurales conservan tradiciones profundamente cristianas, aun cuando la modernidad y la globalización han traído consigo la indiferencia religiosa.
Aun así, la devoción popular, especialmente a la Virgen de Guadalupe, sigue siendo un foco de esperanza.
“La Guadalupana en México se ve como una madre amorosa que siempre nos cuida y que intercede ante Dios por nosotros –afirma el joven seminarista–. El 12 de diciembre, festividad de nuestra patrona, incluso personas de otras religiones o ateas se acercan a rezar un rosario ante ella. Parece una broma, pero es cierto”, manifiesta con emoción.
Un hecho que le sorprendió de España
Al llegar a España pensó que éste también era un país con gran devoción mariana. No se equivocó, aunque, por otro lado, le chocó alguna cosa que no esperaba. “Me sorprendió mucho observar por ejemplo que un día, en una Santa Misa, solo hubiera tres personas”, confiesa.
Sin embargo, le ha llamado mucho la atención que los pocos jóvenes y adolescentes españoles que participan en la Misa dominical están muy comprometidos con su fe.
Evangelizar en la sociedad actual
Cuando se le pregunta cómo evangelizar hoy, su respuesta es clara: “No se trata de mostrar un Dios justiciero o castigador, sino al verdadero Padre Misericordioso, lleno de amor, que siempre nos perdona y nos busca”.
Pensando en el sacerdote que le gustaría ser, considera que el modelo actual al que aspirar debe ser un sacerdocio “sano, sabio y santo. Sabiendo vivir en el mundo, pero sin ser de él. Y también debe aprender a usar las redes sociales como puente de evangelización, aunque con cuidado para no aislarse ni caer en la desinformación”.
Ángel David Álvarez Ramírez cursa el tercer año de bachillerato en Teología y, desde el corazón de Navarra, se prepara para volver algún día a su tierra de Tabasco como sacerdote.
José María Carrera Hurtado
Fuente: ReL
