“Cocinando” la vida
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva
al Señor. Que pases un feliz día.
Le preguntaba a una persona cómo hace
para dedicar tiempo a los demás, para contar con los imprevistos que puedan
surgir…
Me regaló un ejemplo muy gráfico que me
ayudó un montón: “Nuestro día no es como cajones separados: un cajón para el
Señor, lo abrimos y lo cerramos; luego, otro cajón para los hermanos, que
abrimos cuando sea necesario y lo volvemos a cerrar para ir a lo siguiente; y
otro cajón para mí mismo… ¡Nuestro día es todo uno: todo de Dios, todo mío y
todo de los hermanos!”
Muchas veces vemos la vida así, como en
compartimentos separados, y de ese modo no disfrutamos del todo lo que el Señor
nos quiere regalar. Así que le pedía al Señor que me ayudara a comprenderlo un
poco más.
Me vino a la cabeza mi forma de cocinar.
A mí me encanta cocinar “al gusto”, sin seguir demasiado una receta muy
estricta, sino que voy viendo qué toque le falta o cómo se puede mejorar aún
más. O bien, qué hay por casa para poder cocinar. Pero, eso sí, de esta forma
tengo la certeza de que otro día el mismo plato no saldrá igual, pues cada día
los ingredientes pueden cambiar.
Comprendí que el Señor me decía que lo
mejor para vivir el día es soltar ese afán de querer tenerlo todo controlado,
tal y como hago cuando estoy cocinando. Es importante tener una estructura, es
decir, saber qué queremos “cocinar”, pero lo que hace que nuestra vida sea
apasionante no es lo que hagamos, sino “cómo” lo vamos elaborando.
Él quiere que nuestra vida vaya cobrando
unidad. Y lo que nos unifica es el Amor que él nos regala, para que nos hagamos
alimento que se da del todo para los demás.
Hoy el reto del amor es “cocinar”
nuestro día viendo en cada momento el “toque” que le falta. Soltar el control
en nuestra vida es ir más allá: es ponerla en manos de Cristo y aventurarnos a
dejarle sacar de nuestra vida toda la belleza y la alegría que estamos llamados
a vivir.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
04 septiembre 2025
Fuente: Dominicas de Lerma