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El lugar del desastre (AFP or licensors). Dominio público |
Dolor, cercanía y oraciones: eso es lo que ha
asegurado el Papa León XIV a todas las personas afectadas por el deslizamiento
de tierra que ha arrasado la aldea de Tarasin, en la región de Darfur Central,
en Sudán.
En un telegrama firmado por el cardenal secretario de
Estado Pietro Parolin y dirigido al obispo de El Obeid, monseñor Yunan Tombe
Trille Kuku Andali, se lee que el Pontífice «asegura a todos los afectados por
esta tragedia su cercanía espiritual.
Rezando en particular por el descanso eterno de los
difuntos, por aquellos que lloran su pérdida y por el rescate de las muchas
personas que aún están desaparecidas», el Santo Padre «ofrece ánimo a las
autoridades civiles y al personal de emergencia en sus continuas labores de
socorro». El Papa, concluye el mensaje, invoca para el país la divina
consolación y bendición.
El deslizamiento de tierra
Según un grupo rebelde que controla la zona de Darfur,
en el oeste de Sudán, sólo hay un sobreviviente, donde ayer por la noche se
produjo un enorme deslizamiento de tierra que causó más de mil víctimas y
destruyó parte de una región conocida por la producción de cítricos.
«Una tragedia humanitaria para todo el
país»
El gobernador de Darfur, Minni Minnawi, aliado del
ejército, calificó el deslizamiento de tierra como una «tragedia humanitaria
que trasciende las fronteras de la región» y pidió a las organizaciones
humanitarias internacionales «que intervengan con urgencia y presten apoyo y
asistencia en este momento crítico, ya que la tragedia es más de lo que nuestro
pueblo puede soportar».
La guerra olvidada en Sudán
Gran parte de Darfur sigue siendo inaccesible para las
ONG, incluida la zona afectada por el deslizamiento de tierra, debido a los
combates que limitan gravemente el suministro de ayuda humanitaria. La guerra
en Sudán comenzó en abril de 2023 y hasta ahora ha causado más de 40 000
muertos y al menos 13 millones de desplazados. Hace dos semanas, la ONU
denunció que cada día mueren de hambre y desnutrición decenas de personas en el
campo de refugiados de Abu Shouk.
Andrea De Angelis – Ciudad del Vaticano
Fuente: Vatican News