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| Dominio público |
La organización expresa su solidaridad con las víctimas,
denuncia la violencia creciente contra cristianos y reclama a la comunidad
internacional medidas urgentes de protección.
El
ataque, atribuido al grupo armado ADF (Fuerzas Democráticas Aliadas), dejó
—según fuentes locales próximas a la fundación— al menos 64 muertos, muchos de
ellos asesinados mientras participaban en un velatorio. Los agresores
utilizaron armas de fuego y martillos e incendiaron selectivamente algunas
viviendas, lo que sugiere una estrategia premeditada de terror. Las autoridades
locales han iniciado el entierro de las víctimas y la implementación de nuevas
medidas de seguridad.
El ADF,
originario de Uganda, es un grupo insurgente islamista que desde 2019 se ha
alineado formalmente con el Estado Islámico, integrándose en su Provincia de
África Central (IS-CAP). El grupo ha sido responsable de múltiples masacres en
el este del Congo, caracterizadas por extrema violencia contra civiles,
especialmente cristianos.
En este
contexto de dolor, ACN se une al mensaje de compasión enviado por Monseñor
Melchisédech Sikuli Paluku, obispo de Butembo-Beni:
«A todas
las familias afectadas por esta enésima y horrible carnicería […] así como a
todos los fieles de la parroquia, expresamos nuestra cercanía espiritual. Que
Dios, el Maestro de la Vida, nos haga fuertes, por intercesión de la Santísima
Virgen María, Consoladora de los afligidos, y nos conduzca más allá del
desierto de los sufrimientos presentes hacia una paz duradera».
La
situación empeora en el Congo
Este
ataque se suma a una serie de atrocidades recientes de las que ACN se ha hecho
eco. El pasado 27 de julio, al menos 40 personas, incluidos muchos jóvenes,
fueron asesinadas durante una vigilia de oración en una iglesia en Komanda,
Ituri.
En
febrero, más de 70 cuerpos fueron hallados en una iglesia protestante en Lubero,
muchos de ellos atados y decapitados.
La
situación en el este del Congo es alarmante. La violencia se ha intensificado
en toda la región de Kivu del Norte y del Sur, provocando desplazamientos
masivos y una grave crisis humanitaria. A pesar de que varias provincias se
encuentran bajo estado de sitio desde hace años, con presencia de fuerzas
armadas congoleñas (FARDC), tropas ugandesas (UPDF) y la misión de la ONU
(MONUSCO), los ataques continúan. La Conferencia Episcopal Nacional del Congo
(CENCO) ha denunciado que, en estas zonas, la población sigue siendo víctima de
asesinatos y secuestros, y ha calificado los hechos como «masacres odiosas»
perpetradas contra fieles inocentes.
ACN
reitera su compromiso con la Iglesia en la República Democrática del Congo,
país que está entre los diez que más ayuda reciben de la fundación, y pide
oraciones por las víctimas de este nuevo atentado, por sus familias y por toda
la comunidad cristiana.
Asimismo,
hace un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe con urgencia.
Es imperativo proteger a los civiles, garantizar la libertad religiosa y
trabajar por una paz duradera en esta región martirizada por más de 120
milicias y grupos violentos que operan impunemente en las provincias orientales
de la República Democrática del Congo, incluyendo Ituri, Kivu del Norte, Kivu
del Sur y Tanganyika.
Fuente: ACN/InfoCatólica
