Si el Espíritu Santo tiene una fiesta a lo largo del año donde es el gran protagonista esa no es otra que Pentecostés. Pero, ¿qué se celebra este día, qué pasajes evangélicos hacen referencia a esta celebración y qué significado tiene hoy para los cristianos?
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-¿Qué se
celebra en Pentecostés?
En Pentecostés,
del griego ‘pentēkostḗ’,
que significa ‘quincuagésimo’, se celebra la reunión de los discípulos
y la Virgen María en el Cenáculo de Jerusalén para recibir el Espíritu Santo.
Esta fiesta está considerada el punto culminante del tiempo de Pascua y la
tercera en importancia del calendario litúrgico cristiano, después de la
Vigilia Pascual y de la Navidad.
Durante
Pentecostés, además, se celebra la consagración de la propia Iglesia y el
inicio de la misión de ésta en la tierra. Una de las liturgias más importantes
a lo largo del año es, precisamente, la Vigilia de Pentecostés, que se celebra
ese día en todos los templos y lugares de culto del orbe católico.
-¿En qué
fechas tiene lugar?
La fiesta de
Pentecostés es una festividad móvil en el calendario, ya que depende de en qué
fechas se celebra la Semana Santa. Sin embargo, como indica su propio nombre,
su celebración es siempre cincuenta días después de la Vigilia de
Pascua, y diez días después del jueves de la Ascensión, aunque en la
actualidad la partida de Jesús al cielo se celebra justo el domingo anterior a
Pentecostés.
Nueve días
antes de la fiesta de Pentecostés, además, comienza la Novena en honor al
Espíritu Santo. Se trata de la más "antigua" de todas, ya que se rezó
por primera vez cuando Jesús envió a sus apóstoles de regreso a Jerusalén para
celebrar el primer Pentecostés. Esta Novena sigue siendo la única prescrita
oficialmente por la Iglesia.
-¿Cuál es su
trasfondo histórico?
La celebración
que hoy conocen todos los cristianos como Pentecostés está muy vinculada a la
fiesta judía de Shavuot, o también llamada Fiesta de las semanas, De las
cosechas o Día de los primeros frutos. Esta festividad tiene lugar cincuenta
días después de la noche de Pésaj y celebra la entrega de la Ley
(mandamientos) por parte de Dios al pueblo de Israel.
Sin embargo, en
sus orígenes esta fiesta no tenía un carácter religioso sino agrícola. Los
judíos celebraban la recolección y era un día de regocijo en el que se
ofrecían a Dios las primicias de lo producido por la tierra.
La Fiesta de
las Semanas debía festejarse siete semanas después de que se empezase la
primera labor de la siega, y se trataba, por tanto, de una celebración cuya
fecha dependía del ritmo que tuviera la agricultura ese año.
-¿En qué
parte de la Biblia se habla de Pentecostés?
La fiesta de
Pentecostés se relata en la Biblia en el Nuevo Testamento, concretamente, en
el capítulo dos del libro de los Hechos de los Apóstoles.
El pasaje
bíblico de la venida del Espíritu Santo es el siguiente:
"Al
cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De
repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba
fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron
aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de
cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a
hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse"
(Hechos de los Apóstoles, 2: 1-4).
-¿Qué papel
tiene el Espíritu Santo en Pentecostés?
El papel del
Espíritu Santo, una de las tres personas de la Santísima Trinidad, durante
Pentecostés fue anunciado por el propio Cristo antes de morir y resucitar:
"Y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito (forma de
llamar al Espíritu Santo, que significa "consolador"), para que esté
con vosotros para siempre" (Jn 14,16).
El Espíritu
Santo es el gran protagonista de la fiesta de Pentecostés y su venida es uno de
los fundamentos de la fe. En la liturgia se representa con el color
rojo en las vestiduras y ornamentos.
Para el propio
San Juan el papel del Espíritu Santo, gracias a Pentecostés, es el siguiente:
"El Espíritu Santo prepara a los hombres, los previene por su gracia, para
atraerlos hacia Cristo. Les manifiesta al Señor resucitado, les
recuerda su palabra y abre su mente para entender su Muerte y su Resurrección.
Les hace presente el misterio de Cristo, sobre todo en la Eucaristía para
reconciliarlos, para conducirlos a la comunión con Dios, para que den mucho
fruto" (Jn 15, 5. 8. 16).
Pero la venida
del Espíritu Santo no solo es importante a título personal, sin su acción
tampoco existiría la propia Iglesia. Como explicó San Juan Pablo II en la Audiencia General del miércoles 30 de enero de1991, el
Espíritu Santo tendrá un papel clave en la transubstanciación del pan y el vino
en el cuerpo y la sangre de Jesucristo durante la Eucaristía. Así como en el
Bautismo, donde el Espíritu Santo desciende sobre los catecúmenos. Para los
creyentes, por tanto, a partir de Pentecostés, todos los sacramentos y
actos que realice la Iglesia llevarán el sello de la acción del Espíritu Santo.
Por último,
mediante el Espíritu Santo el espíritu del cristiano se perfecciona gracias a
los dones y frutos que este otorga.
Los dones
que concede el Espíritu Santo son: sabiduría, inteligencia, consejo,
fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
Mientras
que los frutos del Espíritu Santo son los siguientes: caridad,
gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad,
modestia, continencia y castidad.
-¿Qué
importancia tiene Pentecostés?
En Pentecostés
se celebra, aparte de la venida del Espíritu Santo, el comienzo de la
misión evangelizadora de la propia Iglesia, que se realiza por el poder del
Espíritu.
"Con su
venida, que no cesa, el Espíritu Santo hace entrar al mundo en los 'últimos
tiempos', el tiempo de la Iglesia, el Reino ya heredado, pero todavía no
consumado", afirma el Catecismo de la Iglesia Católica sobre la
importancia de Pentecostés.
Es,
precisamente, el Espíritu Santo el que dota a la Iglesia de ese dinamismo
misionero tan característico. Pentecostés es esa 'primera materia'
desde la cual comienza a expandirse la Iglesia por el mundo entero. Y,
es, esto mismo, lo que pide Jesús antes de irse: "Vayan a las gentes de
todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautizándolas en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Mateo 28:19).
La importancia
de Pentecostés para un cristiano es, principalmente, poder recibir el Espíritu
Santo. Según la teología cristiana, será a partir de Pentecostés cuando los
creyentes cuenten en la figura del Espíritu Santo con un
"consolador" que los acompañe y un "abogado" que los
defienda. Su presencia, además, estará siempre detrás de cada acción que
tome la Iglesia en la tierra y será su gracia la que la lleve a expandirse por
el mundo.
-¿Qué
tradiciones se asocian a esta fiesta?
Creyentes de
los cinco continentes celebran cada año la fiesta de Pentecostés, y para ello
no dudan en cumplir con bellas y originales tradiciones. En Italia, por ejemplo, es costumbre esparcir pétalos de rosas
desde el techo de las iglesias para conmemorar las lenguas de fuego.
En Francia, en cambio, es habitual escuchar el toque de trompetas, como si del
viento que provocó la venida del Espíritu Santo se tratara.
En Inglaterra,
que suelen llamar a la fiesta "Whitsunday" (Domingo Blanco), por las
prendas blancas de los recién bautizados, las carreras de caballos son las
grandes protagonistas de esta jornada. Para la fiesta de Pentecostés, los rusos
llevan flores y ramas verdes en sus manos.
Muchos pueblos
de España también cuentan con numerosos festejos durante este día. La
celebración más famosa es la multitudinaria romería a caballo que se realiza en
la aldea de Almonte (Huelva) a la Virgen de El Rocío.
Cabe destacar,
además, que en varios países y ciudades el lunes después de Pentecostés no se
trabaja (por ejemplo, en Barcelona y su área metropolitana, o en Bélgica,
Francia, Holanda o Suiza). Es la fiesta de Lunes de Pentecostés o de Segunda
Pascua.
Juan Cadarso
Fuente: ReligiónenLibertad