“Y la Iglesia católica está dispuesta a aceptar la fecha que todos quieren: una fecha de unidad”
El Santo Padre
presidió la celebración de las segundas vísperas en la Basílica de San Pablo
Extramuros, en la solemnidad de la conversión del apóstol San Pablo, marcando
el cierre de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. En su
homilía, se refirió al 1700 aniversario del concilio de Nicea como una llamada
a perseverar en el camino hacia la unidad y un compromiso a testimoniar la
creciente comunión entre las diferentes Iglesias.
El Jubileo de
la Esperanza y el 1700º aniversario del primer gran Concilio ecuménico, el
Concilio de Nicea, aquel en el que los Padres aprobaron el Credo recitado cada
domingo por muchos cristianos. Luego la Pascua, que cae el mismo día en los
calendarios gregoriano y juliano. Es un año especial, 2025, para las
confesiones cristianas que hoy, sábado 25 de enero de 2025, clausuran la Semana
de Oración dedicada a la unidad. Una unidad que Francisco, durante las
tradicionales segundas Vísperas en la basílica de San Pablo Extramuros, espera
que no se pierda, sino que se refuerce y se llegue a un "paso
decisivo": la elección de una fecha común para la Pascua.
“Y la
Iglesia católica está dispuesta a aceptar la fecha que todos quieren: una fecha
de unidad.”
El Papa llegó a
la basílica que lleva el nombre del Apóstol, cuya conversión conmemora hoy la
Iglesia, con una celebración que inició a las 17.30 horas. En las primeras
filas, se encontraban cardenales y representantes de las demás Iglesias
cristianas: el metropolita Policarpo, en representación del Patriarcado
Ecuménico, y el arzobispo Ian Ernest, en representación de la Comunión
Anglicana, que
concluye hoy su servicio. También participaron los estudiantes
apoyados por el Comité católico para la colaboración cultural con las Iglesias
ortodoxas y las Iglesias ortodoxas orientales, los participantes en la visita
de estudio del Instituto ecuménico de Bossey, y muchos otros grupos ecuménicos
y peregrinos venidos especialmente a Roma para la celebración. "Es
importante rezar juntos, y vuestra presencia aquí esta tarde es motivo de
alegría", expresó el Pontífice.
El 25 de enero,
solemnidad de la Conversión de San Pablo, a las 17.30 horas, la celebración
será presidida por Francisco en la Basílica de San Pablo Extramuros. La
diócesis de Roma ...
“Jesús da la
vida, incluso cuando parece que toda esperanza ha desaparecido. Después de una
pérdida dolorosa, una enfermedad, una desilusión amarga, una traición sufrida u
otras experiencias difíciles, la esperanza puede vacilar; pero si alguno de
nosotros viviese momentos de desesperación o encontrase personas que han
perdido la esperanza, el Evangelio nos dice que con Jesús la esperanza renace
siempre, porque de las cenizas de la muerte Él siempre nos levanta, nos da la
fuerza para retomar el camino, para recomenzar.”
El camino
del diálogo
"De las
cenizas de la muerte" Cristo siempre nos levanta, siempre “nos da la
fuerza para reemprender el camino, para comenzar de nuevo”, dijo el Papa,
aunque "a veces nos abruma el cansancio, nos desaniman los resultados de
nuestros esfuerzos" y parece que incluso el diálogo y la colaboración
"no tienen esperanza, están casi destinados a la muerte".
La imagen del
camino es la que el Pontífice propone para el diálogo ecuménico. Un itinerario
reforzado este año por circunstancias y coincidencias. La primera es el
aniversario, "de gran significado para todos los cristianos", del
1700 aniversario del Concilio de Nicea, un acontecimiento que el Papa Francisco
siempre ha declarado públicamente que le gustaría celebrar en los próximos
meses con un viaje a Turquía junto a su "querido hermano" Bartolomé,
patriarca ecuménico de Constantinopla.
El cardenal
prefecto del Dicasterio para la Unidad de los Cristianos reflexiona sobre las
oportunidades y desafíos para el ecumenismo en vísperas de la Semana de Oración
El
aniversario de Nicea, una oportunidad para los cristianos
El Concilio de
Nicea "se comprometió a preservar la unidad de la Iglesia en un momento
muy difícil", recuerda el Papa. El fruto fue el Credo que todavía se
recita cada domingo durante la Eucaristía. "Es una profesión de fe común,
que va más allá de todas las divisiones que en el curso de los siglos han
herido el Cuerpo de Cristo", sostuvo Jorge Mario Bergoglio. En esta línea,
el Santo Padre planteó que el Concilio representa, por ende, un año de gracia,
una oportunidad para todos los cristianos que recitan el mismo Credo y creen en
el mismo Dios. Por tanto, animó a todos a descubrir las raíces comunes de la fe
y a custodiar la unidad.
Las palabras
del metropolita Zizioulas
El Papa, como
en diversas ocasiones precedentes, citó al teólogo ortodoxo Ioannis Zizioulas,
metropolitano mayor de Pérgamo fallecido en 2023, un "pionero del
ecumenismo" que dijo: "Conozco la fecha de la unión, lo sé. El día
después del Juicio Final. Mientras tanto, debemos caminar juntos, rezar juntos
y trabajar juntos".
La unidad es un
don, pero también un desafío, exhortó el Papa. En tal sentido, precisó que esta
conmemoración no debe ser celebrada solo como una "memoria histórica"
sino como un compromiso a testimoniar la creciente comunión entre nosotros. Pidió
no dejarla escapar y, para ello, insistió en la necesidad de construir lazos
sólidos, cultivar la amistad recíproca y ser artesanos de comunión y de
fraternidad.
Fecha común
para la Pascua
Su deseo es que
este aniversario de Nicea sea "una llamada a perseverar en el camino de la
unidad". "Providencialmente", pues, el domingo 20 de abril de
2025 tanto católicos como ortodoxos celebrarán la Pascua el mismo día. Una
fecha común, después de 11 años, en el calendario gregoriano (Occidente) y en
el calendario juliano (Oriente), como si la Iglesia estuviera aún indivisa.
Una ocasión
única, ante la que el Papa Francisco renueva su llamamiento "para que esta
coincidencia sirva de llamada a todos los cristianos a dar un paso decisivo
hacia la unidad, en torno a una fecha común para la Pascua". "Es el
momento de confirmar nuestra profesión de fe en el único Dios y de encontrar en
Cristo Jesús el camino hacia la unidad", aseveró el Sucesor de Pedro.
El Pontífice
incentivó a no cansarnos nunca de dar testimonio, ante todos los pueblos, del
Hijo unigénito de Dios, "fuente de toda nuestra esperanza".
Saludo del
Cardenal Koch
Antes de la bendición final, tomó la palabra el cardenal Kurt Koch, prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. También él recordó el aniversario del Concilio de Nicea, signo de que "sólo en la fe común podemos encontrar la unidad entre nosotros, los cristianos, y entre nosotros, las Iglesias". "Por tanto, podemos esperar -afirma Koch- que todos los cristianos y todas las Iglesias cristianas celebren el aniversario del Concilio en comunión ecuménica y renueven su confesión cristológica con profunda convicción".
Salvatore Cernuzio
Ciudad del
Vaticano
Fuente: Vatican News