En su mensaje el Papa Francisco no sólo alienta a los peregrinos a recorrer el Camino de Santiago, sino a vivirlo como una experiencia transformadora, en la que el silencio, el Evangelio y la caridad sean el núcleo de su recorrido espiritual
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Al recibir esta
mañana de jueves a unos cinco mil fieles italianos que participaron en la peregrinación
del Camino de Santiago, organizada por la Obra Don Guanella, el Papa Francisco
destacó su importancia como camino de fe y evangelización, animando a los
presentes a vivir su experiencia como auténticos apóstoles de Jesús. También
les agradeció su compromiso y dedicación
Esta mañana en
la Basílica Vaticana el Santo Padre recibió en audiencia a unos cinco mil
fieles italianos que participaron en la peregrinación del Camino de Santiago,
organizada por la Obra Don Guanella. En su alocución, Francisco reconoció la
labor de la Familia Guanelliana, que desde hace quince años sirve en Santiago
de Compostela y Finisterre ofreciendo apoyo espiritual a quienes recorren esta
ruta. Y extendió su saludo a la Cofradía de San Jacobo de Perugia a la vez que
puso de relieve la importancia de estas comunidades en la revitalización de
esta experiencia espiritual.
En su mensaje
el Papa Francisco no sólo alienta a los peregrinos a recorrer el Camino de
Santiago, sino a vivirlo como una experiencia transformadora, en la que el
silencio, el Evangelio y la caridad sean el núcleo de su recorrido espiritual.
Este llamado resalta la importancia de regresar como testigos del Evangelio y
agentes de amor cristiano en el mundo.
Significado
de la peregrinación
El Papa
reflexionó sobre el crecimiento del número de peregrinos en las últimas
décadas, recordando las visitas de San Juan Pablo II y Benedicto XVI al
Santuario de Santiago y lo hizo planteando una pregunta:
“¿Las
personas que hacen el Camino de Santiago realizan una verdadera peregrinación o
se trata de algo más?”
Para el Obispo
de Roma una auténtica peregrinación cristiana se caracteriza por tres elementos
esenciales: silencio, Evangelio y caridad.
El silencio:
escuchar a Dios
Francisco
destacó el valor del silencio como el primer signo de una peregrinación
auténtica y puso de manifiesto que caminar en silencio permite escuchar a Dios
y encontrar respuestas a las preguntas más profundas del corazón. Recordó
asimismo la historia de Elías, quien escuchó la voz de Dios en una brisa suave,
y exhortó a los peregrinos a abrir su corazón al diálogo divino durante su
camino.
El
Evangelio: compañero de viaje
El Papa sugirió
a los presentes, tal como lo hizo en otras ocasiones, a que lleven consigo un
Evangelio de bolsillo para que lo lean diariamente, puesto que el Evangelio no
es sólo un texto, sino un medio para sentir la presencia del Espíritu Santo,
quien guía y acompaña al creyente:
“Cuando
leemos el Evangelio, hay alguien a nuestro lado. Es el Espíritu Santo”
Además,
Francisco enfatizó que la peregrinación cristiana debe inspirar a los
caminantes a imitar a Jesús, saliendo de sí mismos y ofreciéndose en servicio a
los demás.
“Protocolo
de Mateo 25”: La caridad como estilo de vida
El tercer
aspecto que destacó el Santo Padre fue el de la caridad que se basa en las
palabras de Jesús en Mateo 25:
“Lo que
hayan hecho a uno solo de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo han
hecho”
De ahí que el
Papa haya animado a los peregrinos a estar atentos a las necesidades de los
demás durante su recorrido, especialmente a los más vulnerables, idea que
reforzó recordando la enseñanza de San Luis Guanella:
“El
propósito de la vida de quien cree es asegurarse de que nadie se quede atrás”
Peregrinación
como camino de Evangelización
El Papa
concluyó su discurso animando a los peregrinos a regresar de su experiencia
como apóstoles, listos para anunciar a Jesús. Para ello tomó como ejemplo a la
Sagrada Familia de Nazaret, peregrina en Palestina, y expresó su agradecimiento
a los presentes por su compromiso.
También pidió a
estos peregrinos que recen por él, una solicitud característica de su cercanía
pastoral.
Fuente: Vatican News