La luz de la vela
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estoy diseñando
unas pegatinas para unas velas. La vela está en un vaso de cristal. Las
pegatinas las puedo imprimir en papel blanco, que es opaco, o en papel
transparente.
En principio,
el papel blanco se nota mucho más que el transparente, pero si observo el
interior, que es una vela destinada a dar luz, el papel transparente es más
bonito. Cuando se encienda la vela, la luz se reflejará hacia el exterior,
creando un efecto especial.
La verdad es
que la apariencia tuvo mucho peso en mí, pero cuando me detuve a mirar el
conjunto, me di cuenta de que estaba equivocada. Esto es algo que también nos
pasa entre nosotros. A veces, solo vemos lo inmediato, lo exterior, y nos
formamos una imagen de esa persona o situación basándonos únicamente en lo que
vemos.
Sin embargo,
esto es no mirar el conjunto. Somos mucho más de lo que mostramos al exterior.
Incluso me atrevo a decir que lo que mostramos a veces no se identifica con lo
que realmente somos.
En el Evangelio
vemos cómo Jesús se acerca a las personas. No se limita a observar si están
enfermas, son pobres o viudas. Él ve el conjunto: su sufrimiento, su interior,
sus anhelos, sus deseos, sus intenciones… Y, desde esa visión, actúa.
Por eso, muchas
veces vemos que las personas le piden a Jesús que les cure físicamente, pero Él
no solo sana lo físico, sino también lo espiritual. Jesús hace nuevas a las
personas. Y eso es lo que quiere hacer contigo y conmigo.
Jesús quiere
sanarnos en todos los aspectos de nuestra vida, para que después demos gloria a
Dios y lo contemos a todos los hombres. Porque el testimonio es invencible.
Cuando te has encontrado con Jesús y Él ha restaurado tu vida, no puedes evitar
gritar a los cuatro vientos que te ama. Y ya nada ni nadie podrá quitártelo.
Hoy el reto del
amor es mirar a esa persona o esa situación en su conjunto. No te quedes en lo
exterior, mira su interior y, después, con una visión completa, ámala. Porque
el amor es lo único que hace brillar nuestra vida.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
27 noviembre
2024
Fuente: Dominicas de Lerma