“Buscad los bienes de allá arriba”
Buenos días,
hoy Matilde nos lleva al Señor. Qué pases un feliz día.
Ayer, al
atardecer entrando casi en la noche, vi en lo alto del cielo una luz muy
brillante que parecía el foco de un coche en la oscuridad.
Miré, y mis
ojos no me engañaban, tenía que ser una estrella que antes nunca había visto.
¡Su presencia me dio una alegría interior muy grande, algo que no procedía de
nada de “este mundo que quedará en su día desvanecido”!. Luego, nos dijeron
que, es la estrella que más luce en la noche, cuando no hay luna.
Miraba al cielo
y me parecía con esta luz tan pura que, allí está todo incontaminado, según
Dios creo el firmamento, al principio de los tiempos. Todo sigue las leyes que
ÉI les puso y nada desobedece a su voluntad tan inescrutable y llena de
sabiduría.
Esto, es lo que
me transportaba a esa alegría interior muy pura pero, ¡ay, en la tierra muchas
veces no es así!. Y ello, sin yo buscarlo, me situaba en una atmósfera que
añora la paz pero que, continuamente el hombre la amenaza y la ahuyenta de sí.
¡Mirar al cielo
donde está Cristo sentado a la derecha de Dios!. Esto, nos lo dice nuestra fe
que siendo veraz, es también bella y llena de paz. “Lucero que te fuiste con
gran Amor amado, en tu gloria dormimos y en sueños te adoramos”, que dice el
himno de la liturgia y que me evocaba muy bien el lucero de la tarde que es
Cristo, tan amado, tan soñado y tan esperado en el Día glorioso de su Venida.
Y, mientras, dormimos y soñamos en su gloria, aún en esta tierra…
Hoy el reto del
amor es mirar arriba al cielo y esperar seguros todos los bienes que nos vienen
de allá en Cristo Jesús Nuestro Señor y Dios.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
30 noviembre
2024
Fuente: Dominicas de Lerma