Con el primer Domingo de Adviento comienza un nuevo Año Litúrgico en la Iglesia Católica, con las lecturas correspondientes al llamado Ciclo C de año impar. ¿Qué significa esto? Aquí te lo explicamos.
Corona de Adviento | Crédito: Jeanette Dietl - Shutterstock
¿Cuándo empieza y termina el
año litúrgico?
El año litúrgico
está constituido por 6 tiempos o estaciones: Adviento, Navidad, Cuaresma,
Sagrado Triduo Pascual, Pascua y Tiempo Ordinario.
Asimismo, precisa que el
nuevo Calendario
Litúrgico 2025 iniciará
con el primer Domingo de Adviento el 1 de diciembre de 2024, y concluirá el
sábado posterior a la Solemnidad de Cristo Rey del Universo, que será el
domingo 23 de noviembre de 2025.
Ciclo trienal y el alfabeto
Pero algo que quizás se conoce menos es que el
calendario litúrgico tiene un ciclo trienal. Es decir, que se repite cada tres
años, y rige principalmente sobre las lecturas bíblicas de las Misas de
domingo.
San
Pablo VI,
en su Constitución
Apostólica Misal Romano, indica que “todas las lecturas
dominicales se dividen en un ciclo de tres años”. En este sentido, el Ordo Lectioum
Missae (Ordenación de las lecturas de la Misa,
1969) describe que a cada año litúrgico se le denominará “con las letras A, B,
C”.
El Ordo de 1981 precisa que se
designa ciclo C a todos los años “que son múltiplos de 3”. Por ello el
Calendario Litúrgico 2025 es ciclo C.
En el ciclo A el evangelio dominical se toma
generalmente de Mateo, en el B de Marcos y en el C de Lucas. Mientras que el
Evangelio de Juan se lee primordialmente en la Pascua.
Durante el tiempo pascual, la primera lectura es
de los Hechos de los Apóstoles. Pero la segunda lectura en el ciclo A es
principalmente de la Primera carta de San Pedro; en el ciclo B, de la Primera
carta de San Juan; y en el ciclo C, del Apocalipsis.
En el tiempo ordinario, la Primera carta a los
Corintios se lee en los tres ciclos. Mientras que la Carta a los Hebreos ha
sido dividida en dos. Una parte se lee en el ciclo B y la otra en el ciclo C.
¿Por qué año impar?
Los días laborables de la semana, llamados también
ferias, las lecturas de la Misa tienen otro orden. La Cuaresma, Adviento,
Navidad y Pascua tienen sus textos propios.
En el tiempo ordinario, los evangelios se rigen
por un ciclo de lecturas que se repite todos los años. Sin embargo, las
primeras lecturas, que generalmente son del Antiguo Testamento y de las cartas
apostólicas, tienen doble ciclo, conformado por año par e impar.
En el Ordo
de 1969 se
especifica que el “Año I” es para los “años impares” y “Año II” para los “años
pares”. Por lo tanto, el Calendario Litúrgico 2025 es año I o año impar.
¿Cuál es la finalidad de los
ciclos con los pares e impares?
Toda esta distribución de
las lecturas por ciclos y años pares o impares tiene su fuente en la Constitución
Sacrosanctum Concilium, donde el Concilio Vaticano
II pide que se abran más “los tesoros de la Biblia” a los fieles en la
Eucaristía.
“De modo que, en un
período determinado de años, se lean al pueblo las partes más significativas de
la Sagrada Escritura”, puntualiza la Constitución.
En este sentido, al cabo de los tres ciclos se
podrá haber escuchado gran parte de la Sagrada Escritura y si se va a Misa
diariamente por dos años, se habrá profundizado más en la lectura de la Biblia.
Por Abel Camasca
Fuente: ACI