El único
documental apoyado e impulsado por la Asociación de Exorcistas, en los cines de
España
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ReL |
Libera Nos es
un documental insólito y fascinante: la única película sobre exorcismos que cuenta con la colaboración
y aprobación explícita de la Asociación Internacional de Exorcistas, que
suma a unos 900 clérigos y expertos y tiene aprobación pontifica desde
2014. Nunca antes una película explicó con tanto detalle un
exorcismo, sus fases y su contexto. Llega a los cines españoles este fin de
semana, y una semana después a los de Puerto Rico.
Detrás de las
cámaras están el matrimonio de cineastas Giovanni Ziberna y Valeria
Baldan, a quienes, precisamente, casó el padre Elías, un
exorcista libanés (que no sale en el documental). Giovanni de hecho se
bautizó de adulto, al convertirse. Ambos llegaron a la fe fascinados por
el Padre Pío y Santa Verónica Giuliani (su historia de conversión aquí). Los cineastas han querido
ser completamente dóciles a la guía de sus expertos y ofrecen
un trabajo visualmente hermoso pero muy directo, que ante todo intenta ser
catequético.
Visualmente
hermosa y directa
La película
cuenta con hermosísimas imágenes de estatuas y cuadros de arte
clásico y muchas vidrieras que aportan luz y color. A partir del
minuto 20, tras una explicación teológica de la rebelión de los demonios y el
mal, se empiezan a usar escenas de recreación con actores. Despiertan
la empatía del espectador y aportan sensación de "normalidad"
pastoral a un ministerio muy especial.
No hay
tenebrismos ni sustos. Quizá las dramatizaciones de exorcismos pierden
fuerza en la versión doblada, y podrían haberse mantenido en italiano.
Al contrario
que en la reciente película El Gran Aviso, o la teleserie Evil, no hay intentos de recrear demonios
con maquillaje y con efectos especiales. El demonio, en este filme, se
muestra solo mediante obras de arte clásico.
Sin
testimonios reales: recreaciones y expertos
No hay
imágenes de exorcismos reales, ni sonido real de exorcismos, ni testimonios
reales de personas que hayan sufrido posesiones. Es una película
de expertos, de exorcistas, que hablan de su tema porque saben que
intriga al público. Son 6 exorcistas de Italia (uno es el ya difunto
padre Gabriel Amorth), junto con dos teólogos más, además de un
psicólogo y un antropólogo.
Nadie
representa una postura escéptica o crítica con los exorcismos. Se
evita toda dialéctica: la película es didáctica y expositiva.
Los seis
exorcistas que exponen sus experiencias inspiran confianza, y un
par de ellos son bastante divertidos en su forma de afrontar los
temas.
Por el
contrario, es un poco triste que una película que quiere mostrar la belleza de
la fe como oposición al mal muestre a clérigos hablando con brillantes mosaicos
característicos de Rupnik detrás, siendo Rupnik un sacerdote-artista acusado de
abusos sexuales y espirituales por varias mujeres. Parece que se filmó antes de
fortalecerse las acusaciones. Al demonio, podemos suponer, preocupados, no le
molesta la belleza mientras sirva a sus fines.
Para
empezar, demonología básica: la Caída
La película
empieza proclamando las palabras de la Biblia: "Vi a Satanás caer como
un rayo", "les dio poder para aplastar serpientes y
alacranes".
El demonio,
insisten los exorcistas del filme, es un ser realmente existente. "Él
actúa en la Historia de los hombres y en cada historia personal". Nos
recuerdan los dos peligros de los que hablaba CS Lewis: no creer en el demonio, o creer en él de
forma supersticiosa. La superstición puede darse al vivir con miedo al
demonio, o al quedarse fascinado por él, y quizá intentar
obtener algo de él, lo cual es peligroso y necio, porque el demonio es mal
pagador.
El demonio no es un tema de teologías olvidadas: nos recuerdan que el Concilio Vaticano II mencionó 18 veces al maligno. Hablar
del demonio ayuda a explicar cómo el mal entró en el mundo: fue el demonio con
su rebelión, y luego tentando a los hombres. Quizá la película hubiera debido
mencionar la parábola de Jesús: "por la noche, un enemigo malo
vino y sembró cizaña"; el mal en el mundo es fruto de la acción
del enemigo malo. "El mal existe porque Satanás decidió pecar",
explican.
Recuerdan, y citan al Cuarto Concilio de Letrán de 1215, que Dios creó buenas
todas las cosas. Los ángeles rebeldes se convirtieron en demonios, y fueron
miles los rebeldes, de todas las categorías y coros, "excepto los
serafines, los más cercanos a Dios, ángeles centrados en contemplar al
Señor", detallan. El arcángel San Miguel dirigió a los ángeles fieles con
un lema que es una argumentación: "¿Quién es como Dios?"
La ceremonia
detallada: el papel de los ayudantes
La película
detalla después las partes de un exorcismo y el papel del sacerdote y sus
auxiliares laicos. Es una ceremonia de la Iglesia, no es realmente privada, es
algo que la Iglesia hace, aunque con poco público por discreción y para evitar
curiosidad malsana. El cura recita el texto, y sus auxiliares, que son
pueblo de Dios, responden lo que el texto indica. Estos auxiliares
laicos deben limitarse a responder el texto litúrgico, hacer oración interior,
y ayudar acogiendo o evitando daños físicos. El auxiliar debe ser
discreto y vivir bien la confesión, y nunca debe dirigirse al demonio ni
hablar con él.
Un exorcista debe cumplir las condiciones del Código de Derecho Canónico, punto
1172: piedad, paciencia, fuerte vida espiritual, es decir, de oración y
ayuno, y personalidad equilibrada.
Los exorcistas insisten en evitar en que en la gente arraigue la superstición,
la fascinación o curiosidad morbosa por el mal. El exorcista ayuda a la
persona afligida, y es amable y acogedor, pero sin familiaridades excesivas.
Se parece más a un médico o fisioterapeuta que a un amigo. El exorcista no
cobra dinero, lo hace gratis, y quien pida dinero diciendo que es exorcista es
un timador o un mal sacerdote.
Respecto al
"miedo" a que el demonio pueda dañar al sacerdote, ellos dicen:
"Si un exorcista está en gracia y es obediente, no tiene nada que
temer".
Los indicios
y los psicólogos
El único
psiquiatra consultado señala algunos síntomas para discernir si hay acción
demoníaca, y en qué grado, pero todos insisten en que un solo síntoma no basta,
y hay que acumular unos cuantos: aversión irracional a signos
religiosos, reacciones bruscas e inesperadas a ellos, saber cosas ocultas,
idiomas desconocidos, etc...
Uno de los exorcistas dice que su equipo consultor se reúne cada sábado
por la mañana, son seis personas, incluyendo médicos y psicólogos, y
ven todos los casos de esa mañana, también durante el exorcismo. Al pasar las
semanas y los años, se acumula la experiencia tras ver tantos casos.
¿Libera la
oración o es sólo efecto placebo? Los exorcistas no niegan que exista el efecto
placebo, pero señalan que, si funciona el placebo, es en una primera o segunda
sesión. No puede haber un efecto placebo en un ritual que se repite
quincenalmente durante un par de años, que muestra eficacia muy limitada y
gradual durante meses y meses, hasta que poco a poco la persona se
cura, y no es por la terapia psicológica (la inmensa mayoría de
víctimas no va a esta terapia) ni los fármacos (que no toman).
Pasan a vivir con normalidad, y en casi todos los casos, llevarán una vida
cristiana virtuosa, o al menos ordenada.
Contra
adivinos y mediums
El documental
invita a evitar los distintos tipos de adivinación y brujería, aunque
prefieren hablar de "ocultismo". Consideran que la inmensa mayoría de
ocultistas son estafadores. Otros, si muestran tener habilidades especiales, es
porque algún demonio se lo facilita. No desarrollan mucho ese tema. Sí detallan
que no es posible contactar con los fallecidos, dicen. Si un
médium, "quizá incluso de buena fe", dice contactar con
difuntos, está contactando con demonios engañosos.
La magia, denuncian, pretende obligar a Dios responder a tus deseos "como
si fuera el genio de la lámpara", protestan. A los exorcistas les
indigna especialmente que haya hechizos de amor y amarres, que
intenten esclavizar los sentimientos, cuando, insisten, el amor es
libertad, va ligado a la generosidad y voluntad de entrega.
Lamentan
también que los jóvenes se sientan fascinados por lo oculto. Y advierten:
"El enemigo, primero nos divierte, y luego nos daña".
Respecto a las maldiciones, constatan que existen, que algunas afectan a las
personas (es decir, demonios empiezan a actuar sobre esa persona), pero
insisten en que Dios protege a las personas que están en gracia de Dios. Otras
veces Dios permite la posesión o actuación demoníaca porque puede
servir para evangelizar: personas tibias o alejadas de la fe, y sus
familias, ganan fe, rezan, se confiesas, viven virtuosamente, etc... ofreciendo
todo ese bien por la liberación de su ser querido.
Un
ministerio de luz y misericordia
Es un
ministerio de luz y misericordia, insisten los exorcistas, que quieren que la
película sea una catequesis y piden también catequizar a las personas que
acuden con inquietudes sobre el tema demoníaco. A los afligidos les animan a
ofrecer todos sus sufrimientos a Dios, con amor. En cuanto a ellos, los
exorcistas, repiten que ni son héroes ni pretenden tener poderes: todo el poder
es de Dios, que actúa con su amor y su luz.
El final del documental es un elogio a la Virgen María, su belleza maternal y
protectora y su poder contra el demonio. El demonio odia a María, nos
cuentan, "porque ella es toda humilde y él no puede tocarla". En
algunos exorcismos en los que se reza el Rosario o hay signos marianos, el
poseso protesta: "Ella está cerca de vosotros". El elogio de María
como madre protectora es emocionante.
Pablo
J. Ginés
Fuente:
Religión en Libertad