En sus saludos tras el Ángelus, Francisco recordó los conflictos en Oriente Medio y Ucrania e hizo un llamamiento a la diplomacia y al diálogo.
La destrucción en la ciudad de Nabatiyeh en el Líbano (AFP or licensors). Dominio público |
Un alto el fuego inmediato en todos los frentes, para
dar espacio a la diplomacia y al diálogo. Fue la exhortación del Papa
Francisco, al término de la oración mariana del Ángelus del domingo 13 de
octubre. El Pontífice, que “continúa siguiendo con preocupación” la situación
en Oriente Medio, elevó de nuevo su voz para recordar que la guerra es siempre
una derrota y para pedir una vez más que se haga todo lo posible para lograr la
paz en la región.
Estoy cerca de todas las poblaciones afectadas de
Palestina, Israel y Líbano, donde pido que se respeten las fuerzas de paz de la
ONU. Rezo por todas las víctimas, por los desplazados, por los rehenes que
espero sean liberados inmediatamente, y espero que este gran inútil sufrimiento
generado por odio y venganza termine pronto. Hermanos y hermanas, la guerra es
una ilusión, es una derrota, nunca traerá la paz, nunca traerá la seguridad, es
una derrota para todos especialmente para aquellos que se creen invencibles.
¡Basta, por favor!
Basta de matar inocentes
El Obispo de Roma, dirigió también su pensamiento a
Ucrania e hizo un apremiante llamamiento a la comunidad internacional, para que
no se deje “morir de frío” a los ucranianos.
Cesen los ataques aéreos contra la población civil,
que siempre es la más afectada. ¡Dejen de matar inocentes!
Fuente: Vatican
News