El obispo de Shrewsbury, Mark Davies, ha advertido que evitar compromisos vocacionales, como el matrimonio o la vida consagrada, es un engaño «diabólico» que hace creer a los jóvenes que entregarse a Cristo es desperdiciar la vida.
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Mons. Mark Davis. Dominio público |
Para
el obispo, este engaño tiene graves consecuencias para el desarrollo personal y
espiritual de los jóvenes. «Sabemos que una vida humana solo se desperdicia
cuando fallamos en descubrir el Amor para el cual fuimos creados», afirmó
Davies. Citando al Papa Benedicto XVI, advirtió que «quien quiera eliminar el
amor está preparando la eliminación del hombre», subrayando que la humanidad no
puede vivir sin amor, especialmente sin el amor divino. En esta línea, el
prelado recordó las palabras del Papa Francisco, quien ha señalado que la única
tragedia real en la vida de una persona es no alcanzar la santidad, es decir,
«no llegar a la perfección del amor».
El
mensaje del obispo Davies se enmarcó en una misa celebrada en una iglesia
abarrotada por fieles, atraídos por la presencia de una reliquia del Beato
Carlo Acutis, un joven italiano que será canonizado en 2025. Sin embargo, el
centro de la homilía fue el llamado a que todos los fieles, especialmente los
jóvenes, consideren su vida desde una perspectiva de servicio y entrega, sin ceder
a las tentaciones de la cultura contemporánea que promueve una visión de la
vida centrada en el individualismo.
La crisis de vocaciones y el valor del
compromiso
La
homilía del obispo Davies tiene lugar en un contexto de creciente preocupación
en la Iglesia Católica por la disminución de vocaciones al sacerdocio y la vida
consagrada, así como por el creciente número de jóvenes que postergan o evitan
el matrimonio. En este sentido, el prelado hizo hincapié en que muchos jóvenes
hoy en día son persuadidos por una cultura que exalta la libertad individual
sobre los compromisos permanentes. «Se les dice que comprometerse en el
matrimonio o en la vida consagrada significa perder su libertad, cuando en
realidad solo en el amor pleno y comprometido se encuentra la verdadera
libertad», añadió.
La
misa celebrada en la iglesia de San Antonio formó parte de una peregrinación de
cuatro días en torno a la reliquia del corazón del Beato Carlo Acutis, y ha
atraído a miles de fieles. Según estimaciones de la diócesis, más de 5.000
personas participarán en la veneración de la reliquia durante este tiempo. Este
evento ha provocado una notable respuesta de los fieles en cuanto a la
confesión, con cientos de personas acercándose al sacramento, algunas de ellas
tras décadas de no hacerlo.
El
obispo Davies vinculó esta respuesta al testimonio de vida que representa la
santidad, destacando que la vida no se mide por los éxitos terrenales o por la
búsqueda de una libertad sin compromiso, sino por la capacidad de amar
plenamente y entregarse a los demás. «Nuestras vidas están verdaderamente
desperdiciadas si tú y yo fallamos en esforzarnos por este mismo objetivo en el
tiempo que se nos ha dado», afirmó, recordando el llamado universal a la
santidad que la Iglesia propone para todos los cristianos.
La respuesta de la Iglesia ante los
desafíos contemporáneos
El
mensaje del obispo Davies resuena en un momento en el que la Iglesia Católica
busca respuestas ante una sociedad que pone en cuestión los valores
tradicionales y la importancia de los compromisos vocacionales. El llamado a la
santidad y al compromiso con la vida consagrada o el matrimonio no es
simplemente una opción más en la vida cristiana, sino que, según Davies, es el
camino que lleva a descubrir el sentido más profundo de la existencia.
En
este sentido, el obispo subrayó que la vida cristiana es una vida de entrega,
en la que el amor, tanto en el matrimonio como en la vida religiosa, debe ser
entendido como una respuesta al llamado de Dios. La vocación no se trata solo
de una elección personal, sino de una respuesta a la invitación divina de vivir
plenamente el amor.
La
homilía finalizó con una invitación a los jóvenes a reconsiderar sus
prioridades y a no dejarse llevar por las falsas promesas de una libertad sin
compromiso. El obispo Davies recordó que, como católicos, el objetivo último de
la vida no es otro que alcanzar la santidad y vivir en el amor de Cristo, ya
sea en el matrimonio, en la vida sacerdotal o consagrada.
Fuente: CH/InfoCatólica