¿EL CRISTIANISMO LE QUITA LA DIVERSIÓN A LA VIDA?

 A veces el cristianismo puede parecer un gran aguafiestas, impidiéndonos vivir la vida al máximo

Dmitri Molchánov | Shutterstock

Mucha gente ve al cristianismo como un aguafiestas, un personaje de Saturday Night Live que arruina el humor de todos con su constante negatividad.

Esto lleva a suponer que a los cristianos se les impide de alguna manera vivir una vida plena y que el cristianismo empeora todo.

Ya sea en el matrimonio o en la soltería, el cristianismo elimina toda la "diversión" de la vida.

Viviendo la vida bella

San Francisco de Sales argumenta contra esta imagen en su Introducción a la vida devota y cree que el cristianismo conduce a una mayor realización y alegría:

[L]a devoción verdadera no impide nada , sino que, por el contrario, todo lo perfecciona; y aquella que va contra la legítima vocación de alguien es, podéis estar seguros, una devoción espuria.

Luego da una analogía comparando la vida devota con la acción de las abejas:

Aristóteles dice que la abeja chupa la miel de las flores sin dañarlas, dejándolas tan intactas y frescas como las encontró; pero la verdadera devoción es aún mejor, porque no sólo no impide ninguna vocación ni deber, sino que, por el contrario, adorna y embellece todo. Echad piedras preciosas en la miel y cada una se hará más brillante según su color.

Esto significa que todo lo que hacemos durante la vida se vuelve aún mejor cuando estamos unidos a Dios :

[T]odo uno cumple mejor su llamado especial cuando está sujeto a la influencia de la devoción: los deberes familiares son más ligeros, el amor conyugal más verdadero , el servicio a nuestro Rey más fiel, toda clase de ocupación más aceptable y mejor realizada cuando esa es la guía.

Los santos son nuevamente grandes ejemplos para nosotros, pues muestran cómo vivir cerca de Dios conduce a una vida hermosa, llena de alegría, felicidad y plenitud .

Los cristianos quizá no puedan hacer todo lo que quieran, pero sí pueden hacer lo que es correcto, lo que conduce a una libertad aún mayor que no está lastrada por la esclavitud del pecado.

Philip Kosloski

Fuente: Aleteia