El Arzobispo de Dili hace balance de la etapa del viaje apostólico a Timor-Leste: el Papa nos hizo darnos cuenta de que, por pequeño que sea el país, somos católicos con identidad propia
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«Un
acontecimiento histórico, una fiesta para el pueblo de Timor-Leste, una fiesta
de fe para la Iglesia católica en el país»: en declaraciones a los medios de
comunicación vaticanos, el arzobispo de Dili, cardenal Virgílio do Carmo da
Silva, hace un primer balance de la visita del Papa Francisco a la nación
asiática, que ha concluido esta mañana, miércoles 11 de septiembre, tras dos
intensos días de encuentros.
El cardenal
recordó la visita de San Juan Pablo II, que tuvo lugar hace 35 años, cuando
Díli era la capital de una provincia de Indonesia, y destacó que Bergoglio es
el primer Pontífice que visita Timor Oriental desde la independencia del país.
«El Gobierno, la Iglesia y todo el pueblo contribuyeron al éxito de esta
visita», subrayó el cardenal, destacando que «la fuerza de la fe presente en
este joven país conmovió al propio Papa y a casi todo el mundo».
Deteniéndose en
los frutos de la presencia del Pontífice, el Cardenal do Carmo da Silva
recuerda, en primer lugar, el lema del viaje apostólico, a saber, «Que vuestra
fe sea vuestra cultura», subrayando la importancia de la relación entre fe y
razón. Un tema, explicó, que en el último mes también ha sido explorado a nivel
académico y entre los líderes gubernamentales. Contemplando, además, el largo
«proceso de construcción del país, de construcción de una nueva identidad como
nación», el arzobispo timorense subraya cómo la visita del obispo de Roma ha
servido para «afirmar y confirmar la identidad nacional y para decir a los
timorenses que no importa lo pequeño que sea el país: sois timorenses y sois
católicos y tenéis vuestra propia identidad». La esperanza, por tanto, es que
la población local «arraigue realmente en estos procesos de identidad cultural
y de fe».
Por último,
comentando el último discurso de Bergoglio en Dili -el que ha pronunciado esta
mañana, 11 de septiembre, durante el encuentro con los jóvenes en el Centro de
Convenciones-, el cardenal do Carmo da Silva recuerda los «dos mensajes muy
fuertes» indicados por el Pontífice a los jóvenes: «Primero: adelante, hagan
barullo, sean felices, sean alegres. Y segundo: respetad a los ancianos, a los
abuelos, a los padres y a los hijos». «Ambos mensajes están dirigidos al pueblo
de Dios -añadió-. Cuando todos nosotros, jóvenes y niños, sigamos cultivando
esta actitud en nuestros corazones y respetemos a los demás, entonces creo que
será un gran paso adelante para marcar la diferencia. Y empieza ya hoy, después
de la visita del Papa».
Bernardo Suate
- Dili, Timor Oriental
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