Las reliquias cristianas son restos corporales u objetos cotidianos atribuidos a santos o beatos venerados por la Iglesia, pero ¿sabes cómo se clasifican?
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Las reliquias cristianas son restos corporales,
instrumentos de martirio u objetos cotidianos atribuidos a santos o beatos
venerados por la Iglesia, conservados en lugares sagrados y venerados por el
culto.
Un gran impulso
de la veneración de las reliquias lo dio Constantino y el Edicto de Milán,
permitiendo el entierro de santos y mártires y la consagración de muchas
iglesias sobre sus reliquias. Entre ellas destaca la Basílica de
san Pedro, fundada sobre el cuerpo del apóstol.
Recordemos,
además, que la madre de ese emperador, Helena, fue a Jerusalén y llevó varias reliquias de la
Pasión de Jesús a Roma, como la Santa Cruz.
Abusos y falsificaciones
Pero la edad de oro del culto de las reliquias
fue sin duda la Edad Media: los santuarios que albergaban las reliquias más
veneradas eran importantes destinos de peregrinación.
La presencia de
reliquias en una ciudad o el santuario que las poseía, era signo de prestigio y
protección. Por eso surgieron muchos abusos, y junto a las reliquias auténticas
también se veneraron muchas falsas.
Muchas
reliquias son de dudosa procedencia, ya que algunas se vendían, se tomaban como
botín de guerra o incluso se robaban.
Tales abusos
están estrictamente prohibidos por la Iglesia, según el canon 1190 del Código de Derecho Canónico.
La doctrina de la Iglesia y las reliquias
Con respecto a lo sucedido con la Reforma de
Lutero, el Concilio de Trento declaró:
"Instruyan también a los fieles en que
deben venerar los santos cuerpos de los santos mártires, y de otros que viven
con Cristo, que fueron miembros vivos del mismo Cristo, y templos del Espíritu
Santo, por quien han de resucitar a la vida eterna para ser glorificados, y por
los cuales concede Dios muchos beneficios a los hombres; de suerte que deben
ser absolutamente condenados, como antiquísimamente los condenó, y ahora
también los condena la Iglesia, los que afirman que no se deben honrar, ni venerar
las reliquias de los santos; o que es en vano la veneración que estas y otros
monumentos sagrados reciben de los fieles; y que son inútiles las frecuentes
visitas a las capillas dedicadas a los santos con el fin de alcanzar su
socorro".
Clasificación de las reliquias
La Iglesia católica ha dividido las reliquias
cuya veracidad está debidamente probada en cuatro clases en función de su
preciosidad y del carácter excepcional que representan.
RELIQUIAS GRADO I:
Pueden ser restos de cualquier parte del
cuerpo, incluidos huesos, carne (piel u órganos) e incluso cabello. También
objetos directamente asociados con eventos de la vida de Cristo (la Santa Cruz,
la Gruta de la Natividad, la Santa
RELIQUIAS GRADO II
Objetos que vestía el santo (túnica, guantes,
etc.). También se incluyen los objetos que el santo utilizó habitualmente en
vida como un crucifijo, libros, estolas, etc.
RELIQUIAS GRADO III
Cualquier objeto que haya entrado en contacto
con las reliquias de clase I o primer grado.
Otras reliquias:
Luego existen otras reliquias que, aunque no
estén directamente vinculadas a un santo ni hayan entrado en contacto con un
cuerpo santo, representan un objeto de veneración. Por ejemplo: los olivos del
Getsemaní.
Maria Paola Daud
Fuente: Aleteia