El presidente, vicepresidente y secretario general de la CEE se
han reunido en la mañana de este viernes con el Santo Padre
Foto: Victoria I. Cardiel |
El Papa se
ha reunido durante 40 minutos en el Palacio Apostólico del Vaticano con la
cúpula de la Conferencia Episcopal Española tras la
renovación de los cargos en marzo. Han abordado, entre otros temas, la falta de
vocaciones en España, la reforma de los seminarios y los avances en el plan
integral de reparación a las víctimas de abusos.
A la salida
del encuentro el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis
Argüello, ha asegurado que la comisión interdisciplinar, que estará conformada
formada por profesionales del mundo del derecho, de la psicología, de la
psiquiatría como del acompañamiento espiritual. Podrán acudir las diócesis y
las congregaciones religiosas, pero también las víctimas, estará en
funcionamiento «este verano».
Además, ha
revelado que el nuevo plan de reparación integral a las víctimas de abusos
sexuales —que incluye precisamente la creación de este órgano asesor—, será
aprobado en la próxima reunión de la CEE los días 2 y 3 de julio y que después
será entregado al Papa y a las oficinas de la Santa Sede correspondientes «para
que sepan el trabajo que estamos haciendo». El plan de reparación a las
víctimas se sumará al que ya existe sobre prevención que ha supuesto que
cientos de miles de sacerdotes, de catequistas y de agentes de pastoral estén
recibiendo formación para atajar esta lacra.
Preguntado
sobre las posibles indemnizaciones para resarcir a las víctimas de abusos,
Argüello ha asegurado que «las indemnizaciones las fijan los tribunales» y que
hablar de reparación integral también supone asumir «el coste que esa
reparación integral pueda llevar consigo». En todo caso, ha distinguido entre
el concepto de indemnización, que ha definido como una categoría «de sanción
administrativa o penal» y que, de hecho, ya se está realizando «en las
sentencias tanto canónicas como en las sentencias civiles», de la reparación
integral que cubre tanto «daños morales, daños psíquicos, la necesidad de
terapias». Todo ello sin duda «tiene una repercusión económica».
Acudir a la
Iglesia
Además, Argüello ha
invitado a las víctimas a acudir a los servicios de acogida y escucha de las
diócesis españolas y de las congregaciones religiosas: «No queremos entrar en
cuestiones de número porque cada rostro es importante».
El
presidente del episcopado ha asegurado que en este momento ya hay
«procedimientos de colaboración con la Fiscalía y con los jueces». Incluso en
casos de «hace decenios» en los que la Iglesia quiere «abordar la situación y,
si es necesaria una reparación, poderla abordar también».
En la visita
también han participado el vicepresidente de los obispos españoles, el
cardenal José Cobo y el
secretario general, César García Magán.
Cobo ha manifestado que la línea en la que está actuando la Iglesia es «más
grande que solo la judicial». Y ha considerado: «Llevamos unos años trabajando
en la reparación de la indemnización, trabajando en el tema de la educación y
la prevención intensamente. (…) Nuestro arco de actuación yo creo que es más
amplio y también exige más tiempo, no simplemente lo último que tengamos o los
últimos datos».
El también
arzobispo de Madrid ha explicado que han planteado al Papa cómo la Iglesia en
España ha obrado «un cambio de posición en la sociedad». Y ha asegurado:
«También para que nos vean de otra manera, para tomar conciencia del problema y
también cómo hemos ejercitado durante estos años también recursos y mecanismos
de reparación, de acompañamiento y de preocupación».
No se habló
de Belorado
Asimismo se
abordó con el Papa el problema de la falta de vocaciones en España, así como la
reforma de los seminarios. También el papel que tiene la Iglesia de ser un
lugar «de encuentro y de diálogo» en la sociedad. Además, le han reiterado su
invitación a visitar Canarias «mántricamente» y «de manera solemne», ha
explicado Cobo.
En la
reunión no se ha abordado el tema de las religiosas clarisas de Belorado; si
bien la Santa Sede, con el nombramiento del arzobispo de Burgos, Mario Iceta,
como comisario pontificio, ha tomado el control de la comunidad. «Por ser
justos, ese asunto no ha salido en la conversación con el Papa. Pero a la hora
de hacer una valoración, nosotros apoyamos la medida tomada por la Santa Sede,
de nombrar al arzobispo de Burgos, como no puede ser de otra manera, comisario
pontificio», ha señalado Argüello.
En todo
caso, ha valorado que lo que ha querido Iceta es «buscar una solución de tipo
pastoral», frente a la opción de la comunidad de denunciar al arzobispo. «Lo
mismo no hay otro remedio que abordar esa situación ya desde el punto de vista
de una legislación civil. Es una pena, porque la intención del pastor de esa
comunidad burguesa, lo que desea es una solución pastoral, dialogada, en el que
sea posible el poder repensar las cosas, por parte al menos de algunas de las
religiosas», ha manifestado.
Victoria
Isabel Cardiel C.
Fuente: Alfa y Omega