Programación
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
El otro día descubrí que, en plena tarde, el
telefonillo del torno marcaba las 11 de la mañana.
Entré en el menú para programarlo de nuevo. Lo
primero que hay que arreglar es la fecha. En pantalla aparecía la hoja del mes,
indicando que estábamos en… ¡¡¡mayo del 2014!!!
Descubrí que con las flechas podía moverme de
mes en mes, ¡pero no más! ¿Te imaginas avanzar a ese ritmo hasta el 2024? ¡¡¡Me
da un patatús!!!
Entonces me di cuenta del problema: en vez de
entrar en “Ajustes”… ¡¡¡había entrado en “Calendario”!!!
El error en ese primer paso podría haberme
supuesto un largo proceso… ¡que no me habría llevado a ninguna parte! Visto lo
visto, lo importante no es avanzar rápido, ¡sino asegurarse de ir por el camino
correcto!
“Esto dice el Señor: Paraos en los caminos a
mirar, preguntad dónde está el buen camino y seguidlo, y así encontraréis
descanso para vuestras almas” (cf. Jr 6, 16).
¡¡Qué importante es parar, preguntar… y cambiar
el rumbo si es necesario!! Nuestras planificaciones pueden ser estupendas, pero
solo la flexibilidad a lo que el Señor nos vaya indicando nos permite descubrir
maravillosas sorpresas.
Creo que quien mejor sabe esto son los santos,
esas personas que viven dejándose guiar por el Señor, capaces de hacer un hueco
en la agenda, aunque no esté planificado, aunque sea fuera de hora… ¡aunque
toque improvisar!
Y, quien está abierto a los cambios del Señor,
recibe bendiciones que no esperaba, porque el Resucitado te toma en brazos… y
te hace atravesar los muros, crea comunión, te hace compartir la intimidad del
corazón.
Hoy el reto del amor es dejar que el Señor te
guíe. Para unos instantes y preséntale a Cristo tu plan del día: organízalo con
Él y, si surge un imprevisto, ¡descubre en ello un “cambio de rumbo” que el
Señor te propone! No pierdas la alegría, Él sabe dónde nos lleva: ¡¡no hay
callejones sin salida para quien es el Camino!! ¡¡¡Feliz día!!!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
05 marzo 2024
Fuente:
Dominicas de Lerma