Los aliento a encontrar las formas para que el Catecismo de la Iglesia Católica pueda seguir siendo conocido, estudiado, valorado para poder responder a las nuevas exigencias que se manifiestan con el pasar de las décadas
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Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
Al dirigirse a los miembros del Dicasterio para
la Evangelización – Sección para las cuestiones fundamentales para la
Evangelización del mundo, el Papa Francisco los alentó a que promuevan el
conocimiento y estudio del Catecismo de la Iglesia Católica, aprobado por San
Juan Pablo II en 1992.
“Los aliento a encontrar las formas para que el
Catecismo de la Iglesia Católica pueda seguir siendo conocido, estudiado,
valorado para poder responder a las nuevas exigencias que se manifiestan con el
pasar de las décadas”, señaló el Santo Padre en su discurso, que fue leído por
Mons. Filippo Ciampanelli en el encuentro realizado en el Palacio Apostólico
del Vaticano.
El
7 de diciembre de 1992, San Juan Pablo II presentó el Catecismo de la
Iglesia Católica, el libro que compila toda la fe, doctrina y moral católicas.
Es fruto del trabajo de una comisión creada por el Papa peregrino en 1986 en
respuesta a un pedido de los obispos en 1985.
El Papa Francisco resaltó en su discurso la
importancia de animar la catequesis, concretamente promoviendo el nuevo
ministerio laico del catequista, para que sean también jóvenes y no sólo
ancianos quienes se desempeñen en este rol.
Con una fe renovada por la catequesis, se podrá
afrontar el secularismo actual que padecen diversas iglesias locales, donde hay
problemas que van “desde la pérdida del sentido de la pertenencia a la
comunidad cristiana hasta la indiferencia por lo que concierne a la fe y sus
contenidos”.
Tras exhortar a no desanimarse, el Papa
Francisco recordó que “el reclamo de la autonomía de la persona no puede
teorizarse como independencia de Dios, porque es Dios mismo quien garantiza la
libertad de la acción personal”.
“La gran problemática que está ante nosotros es
comprender cómo superar la ruptura que se ha determinado en la transmisión de
la fe. Para tal fin es urgente recuperar una eficaz relación con las familias y
con los centros de formación”, resaltó el Santo Padre.
Luego de subrayar que “la fe en el Señor es el
corazón de la evangelización”, el Pontífice recordó que esta sólo crece en el
encuentro personal con Jesús, sin el cual estará siempre la “tentación de hacer
de la fe una teoría y no un testimonio de vida”.
La espiritualidad de la misericordia
El Papa Francisco recordó luego que “Dios es
misericordia: este mensaje perenne ha sido relanzado con fuerza y modalidades
renovadas por San Juan Pablo II para la Iglesia y la humanidad, al inicio del
tercer milenio”.
“La pastoral de los santuarios, que es una de
vuestras competencias, exige que sea impregnada por la misericordia, para que
cuantos llegan a estos lugares puedan encontrar oasis de paz y serenidad”,
continuó el Papa.
El Pontífice se refirió también a los
misioneros de la misericordia, que con “su servicio generoso en el sacramento
de la Reconciliación ofrecen un testimonio que debería ayudar a todos los
sacerdotes para redescubrir la gracia, la alegría de ser ministros de Dios que
perdona siempre y sin límites”.
El Jubileo de 2025
El Santo Padre destacó que el Jubileo de 2025
será un evento “en el que deberá emerger la fuerza de la esperanza” y anunció
que en algunas semanas publicará la carta apostólica para convocarlo
oficialmente.
“La acogida de los peregrinos, sin embargo,
debe manifestarse no solamente en las necesarias obras estructurales y
culturales, sino también en permitirles vivir la experiencia de la fe, de la
conversión y del perdón, para encontrarse con una comunidad viva que da
testimonio alegre y convencido”, indicó.
El Papa Francisco pidió no olvidar “que este
año que precede al jubileo está dedicado a la oración. Debemos redescubrirla
como experiencia de estar en presencia del Señor, de sentirnos comprendidos,
acogidos y amados por Él”.
Al concluir el
rezo del Ángelus el 21 de enero de este año, Domingo de la Palabra de Dios, el
Papa Francisco anunció
el inicio del Año de la Oración, en preparación para el Jubileo de 2025.
Por Walter
Sánchez Silva
Fuente: ACI
Prensa