El prefecto explica algunos tipos de bendición: se pide al Señor paz y salud por esas personas y que puedan vivir en plena fidelidad al Evangelio de Cristo
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Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Dominio público |
En las últimas semanas, varias conferencias episcopales, (fundamentalmente en África) se han opuesto a bendecir parejas homosexuales por la confusión y perplejidad que ha creado y por la ambigüedad del documento. Además, varios sacerdotes españoles han publicado una nota pidiendo al Papa que anule dicho documento.
Nota de prensa del prefecto
Ante
estas manifestaciones en contra de este documento, el prefecto Víctor
Manuel Fernández se ha visto en la necesidad de
publicar una nota
de prensa para ayudar a clarificar la recepción de Fiducia
supplicans y para dejar claro que "la doctrina sobre
el matrimonio no cambia, los obispos pueden discernir su aplicación según el
contexto y que las bendiciones pastorales no son comparables a las litúrgicas y
ritualizadas", afirma la nota.
El cardenal Fernández entiende "las
comprensibles manifestaciones de algunas Conferencias episcopales sobre el
documento Fiducia supplicans" pero hace un llamamiento a la necesidad de un tiempo más
prolongado de reflexión pastoral.
"Lo
que han expresado esas Conferencias episcopales no puede interpretarse como una
oposición doctrinal, porque el documento es claro y clásico
sobre el matrimonio y la sexualidad", aclara el
prefecto.
Fernández
prosigue en esta nota de prensa: "aunque algún Obispo considere
prudente por el momento no dar estas bendiciones, igualmente
todos necesitamos crecer en la convicción de que las bendiciones no ritualizadas no
son una consagración de la persona o de la pareja que las recibe, no son una
justificación de todas sus acciones, no son una ratificación de
la vida que llevan. Cuando el Papa pidió crecer en una comprensión más amplia
de las bendiciones pastorales, nos propuso pensar en un modo de bendecir que no
requiera poner tantas condiciones para realizar este simple gesto de cercanía
pastoral, que es un recurso para promover la apertura a Dios en medio de las
más diversas situaciones".
Y
posteriormente explica cómo pueden ser estas bendiciones: "Las “bendiciones
pastorales”, para que se distingan claramente de las bendiciones litúrgicas o
ritualizadas, ante todo deben ser muy breves (cfr. Punto 38). Se
trata de bendiciones de pocos segundos, sin Ritual ni Bendicional.
Si se acercan dos personas juntas a implorarla, sencillamente se
pide al Señor paz, salud y otros bienes para esas dos
personas que la solicitan. También se pide que puedan vivir en
plena fidelidad al Evangelio de Cristo, para que el Espíritu Santo pueda
liberar a esas dos personas de todo lo que no responda a su voluntad divina, de
todo lo que necesite purificación".
A pesar
de estas aclaraciones, conferencias
episcopales como Angola y Santo Tomé, han manifestado que no se
realizaran estas bendiciones porque "han creado perplejidad a los
fieles".
También,
los obispos de Costa de Marfil, Camerún, Congo y otros países africanos han
pedido a sus sacerdotes que se "abstengan
de bendecir a las parejas del mismo sexo y a las parejas en
situación irregular".
Por
su parte, Mons.
Rafael Escudero López-Brea, obispo prelado de Moyobamba (Perú), ha declarado que el documento de la Congregación para
la Doctrina de la Fe "daña la comunión de
la Iglesia porque las bendiciones a parejas
homosexuales o en situación irregular contradicen directa y seriamente la
Divina Revelación y la doctrina y práctica ininterrumpida de la Iglesia
Católica". Los más de 50 sacerdotes de la prelatura se han unido a su
obispo.
Así
mismo, un grupo de sacerdotes españoles ha lanzado una campaña en la
plataforma Change pidiendo al Santo Padre, que "por
el bien de la Iglesia, anule "Fiducia Supplicans" porque bendecir
parejas en situación irregular o en convivencia homosexual, aunque sea de forma
extralitúrgica, contradice el plan de Dios.
Estos
sacerdotes dicen que según el Código de Derecho Canónico "tienen el
derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio
conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados
su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestarlo
a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la
fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta de la
utilidad común y de la dignidad de las personas".
M. S.