Poco a poco
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
Hace ya bastante tiempo, me lesioné la muñeca.
Como no termina de arreglarse, me han mandado rehabilitación: cogiendo una
botella pequeña llena de agua, tengo que mover la mano hacia arriba, hacia
abajo…
El asunto es fácil, ¡¡¡mover una botella no
supone absolutamente nada!!! ¡Ajá, pero eso solo es al principio! Cuando llevas
unas cuantas repeticiones, parece que el agua se transforma mágicamente en
cemento. Pero también es verdad que, a fuerza de repeticiones, cada vez siento
la muñeca más fuerte y segura.
Mover una botella de agua puede parecer un
ejercicio muy tonto, pero, un día tras otro, ¡¡¡fortalece!!! Lo mismo le sucede
a nuestro corazón: para que pueda llegar a amar con fuerza, ¡necesita
entrenarse!
Como buen Maestro, Jesús no nos pide actos
heroicos: nos pide que apostemos por amar en lo cotidiano, en el día a día. Tal
vez te parezca algo tan simple e inútil como mover una botella pequeña. Pero,
créeme: estos actos de amor pequeños, insignificantes, ¡¡¡son el más eficaz
entrenamiento para fortalecer el amor!!!
“El Reino de los cielos es como una semilla de
mostaza… es la más pequeña de las semillas… pero crece y los pájaros vienen a
anidar…” (cf. Mt 13, 31 y ss.).
¡Así son las cosas del Señor! En Belén nos
demuestra que Él se hace pequeño, valora lo pequeño. También en tu vida quiere
empezar con pequeñas semillas, ¡pero en su interior encierran la promesa del
crecimiento!
Todos queremos tener una relación fuerte con
Cristo, viéndole en todo… pero a veces olvidamos que, para ello, es necesario
hacer un camino, ir aprendiendo (¡poco a poco!) a descubrirle en pequeños
detalles. Pueden parecer insignificancias pero… ¡¡¡entrenan el corazón para
descubrir en todo la huella del Señor!!!
Hoy el reto del amor es hacer equipo en algo
pequeño. Pídele al Señor poder ser su instrumento una vez a lo largo del día.
Un gesto, una palabra… No busques cosas extraordinarias, sino poner, en lo
cotidiano, un amor extraordinario: el Amor que Él te da. ¡¡Plantemos esas
semillas, aunque parezcan pequeñas!! ¡¡¡Feliz día!!!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
09 enero 2024
Fuente:
Dominicas de Lerma
