El Pontífice recuerda la Jornada de la Memoria del próximo 27 de enero y reitera su condena del Holocausto. "No olvidemos que la lógica del odio y de la violencia nunca puede justificarse"
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Misil ruso lanzado sobre Kharkiv, en Ucrania (AFP or licensors) |
Francisco también rezó por la paz en Oriente Medio y Ucrania, condenando
los bombardeos contra civiles: "Rezo por las víctimas y sus seres queridos
e imploro a los responsables políticos que preserven la vida humana poniendo
fin a las guerras".
"La guerra en sí misma es
una negación de la humanidad, una negación de la humanidad". Lo reiteró
dos veces el Papa Francisco, que se dirigió con estas palabras a los peregrinos
de lengua italiana al final de la audiencia general. Una reflexión que comienza
subrayando que el próximo sábado, 27 de octubre, se celebrará la Jornada
Internacional en recuerdo de las víctimas del Holocausto.
Que el recuerdo y la condena de
aquel horrible exterminio de millones de judíos y de personas de otras
confesiones, que tuvo lugar en la primera mitad del siglo pasado, ayuden a
todos a no olvidar que la lógica del odio y de la violencia nunca puede
justificarse, porque niegan nuestra propia humanidad.
Condena de los
bombardeos contra civiles en Ucrania
El pensamiento de Francisco se
dirige después a los lugares del mundo donde la guerra está devastando la vida
de las personas, como Oriente Medio, Palestina e Israel. "Pienso en las
inquietantes noticias que llegan de la martirizada Ucrania", añade el Pontífice,
refiriéndose a los bombardeos, condenados por la ONU, que han golpeado Kiev,
Kharkiv y otras ciudades ucranianas, causando al menos cinco muertos y decenas
de heridos. A continuación, el Papa expresó su dolor "por los bombardeos
que -dijo- golpean lugares frecuentados por civiles, sembrando muerte,
destrucción y sufrimiento".
La guerra es
siempre una derrota
"No nos cansemos de rezar
por la paz, para que cesen los conflictos, se detengan las armas y se ayude a
las poblaciones extenuadas", recuerda de nuevo el Pontífice, que reza por
las víctimas y sus seres queridos e implora a todos, "especialmente a
quienes tienen responsabilidades políticas, que salvaguarden la vida humana
poniendo fin a las guerras".
No lo olvidemos: la guerra es
siempre una derrota, siempre. Sólo "ganan" -entre comillas- los
fabricantes de armas.
Michele Raviart - Ciudad del
Vaticano
Vatican News