En el marco de la celebración de la Solemnidad del Bautismo del Señor, que este año es el 7 de enero, les compartimos 5 datos sobre el sacramento del Bautismo, puerta para los otros sacramentos.
Dominio público |
1. Jesús mismo fue bautizado
La periodista, bloguera y oradora católica Marge Fenelon
comenta en un artículo del National Catholic
Register que "Jesús fue y es el Rey de reyes,
Dios-Hombre y el Todopoderoso. No tenía absolutamente ninguna necesidad de ser
bautizado. Él es la salvación y Él mismo no la necesita. En la Cruz, la sangre
y el agua que brotaban de su costado son 'figuras del Bautismo y de la
Eucaristía, sacramentos de vida nueva', como dice el Catecismo (CEC
1225)".
"Aún
así, Jesús insistió en que Juan lo bautizara (a pesar de la resistencia del
Bautista). Jesús le dijo: 'Permítelo ahora, porque así conviene que cumplamos
toda justicia' (ver Mt 3,14) ¡Qué ejemplo para todos nosotros!".
"Desde
el día de Pentecostés la Iglesia ha celebrado y administrado el santo Bautismo.
En efecto, San Pedro declara a la multitud conmovida por su predicación:
'Convertíos [...] y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de
Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo' (Hch 2,38)", indica el Catecismo en el numeral 1226.
San
Higinio, Pontífice aproximadamente entre los años 138 y 142, instituyó al
padrino y la madrina en el Bautismo de los recién nacidos para que guíen a los
pequeños en la vida cristiana.
2. Tiene varios nombres
Bautizar,
del griego baptizein, significa "sumergir" o
"introducir dentro del agua". Esta inmersión simboliza "el acto
de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo, de donde sale por la
resurrección con Él" (CEC 1214).
Este
sacramento también es llamado "baño de regeneración y de renovación del
Espíritu Santo", así como "iluminación", porque el bautizado se
convierte en "hijo de la luz".
San
Gregorio Nacianceno decía que es "don, porque es conferido a los que no aportan
nada; gracia, porque es dado incluso a culpables; bautismo, porque el pecado es
sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son los que son
ungidos); iluminación, porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre
nuestra vergüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo de
la soberanía de Dios".
3. Sus promesas se renuevan
cada año
"En
todos los bautizados, niños o adultos, la fe debe crecer después del Bautismo.
Por eso, la Iglesia celebra cada año en la vigilia pascual la renovación de las
promesas del Bautismo. La preparación al Bautismo sólo conduce al umbral de la
vida nueva. El Bautismo es la fuente de la vida nueva en Cristo, de la cual
brota toda la vida cristiana" (CEC 1254).
Marge
Fenelon indica también en su artículo que "el Bautismo de Jesús, de hecho,
el Bautismo en general, me asegura la promesa de salvación de Dios para quienes
lo buscan. Dios sabe, literalmente, que ciertamente lo busco. La Iglesia
Católica llama al Bautismo 'baño de regeneración y renovación del Espíritu
Santo'. ¡Eso sí que es algo maravilloso para reflexionar!".
4. Un no bautizado también
puede bautizar
Indica
el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 1256) que "son ministros
ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina,
también el diácono. En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no
bautizada, puede bautizar si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula
bautismal trinitaria".
"La
intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al
bautizar. La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad salvífica
universal de Dios (cf. 1Tm 2,4) y en la necesidad del Bautismo para la
salvación (cf. Mc 16,16)" (CEC 1253).
5. Es un sello único y
permanente
"El
Bautismo imprime en el cristiano un sello espiritual indeleble (character)
de su pertenencia a Cristo. Este sello no es borrado por ningún pecado, aunque
el pecado impida al Bautismo dar frutos de salvación. Dado una vez por todas,
el Bautismo no puede ser reiterado" (CEC 1272).
Fenelon
recuerda asimismo que "junto con el Bautismo, se me dio una misión y no
soy la única. A todos los bautizados se les ha encomendado la misión de
difundir la Buena Nueva de Jesucristo hasta los confines de la tierra y
bautizar a todos los pueblos".
"Traer
a otros a la Iglesia no es una opción; es una obligación", remarca.
Fuente: ACI