La fachada
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
El año pasado, hice la fachada del Monasterio
para el Belén. El otro día la saqué para ponerla y noté algunos desperfectos:
unos por mi inexperiencia en la construcción y otros por el paso del tiempo:
pintura saltada, un tejado desprendido... Empecé a pensar que no valía la pena
intentar restaurarlo; no llegaría a tiempo, y arreglar todo me abrumaba.
Lo que más me preocupaba es que las ventanas de
porexpán no encajaban completamente en su hueco porque estaban mal cortadas, y
la luz del interior salía por rendijas, revelando imperfecciones.
El Señor, sin embargo, me mostró que debía
seguir; los desperfectos no me podían paralizar. Nos empeñamos en mostrar la
“fachada perfecta”; esto nos agota y paraliza. ¿En cuántos momentos nos
quedamos en ella? Que todo esté bien, que parezca que… que no se den cuenta de
qué… que si digo esto, van a creer que... Nos preocupamos demasiado. La primera
actitud ante la pobreza es ocultarla.
Nuestro testimonio no tiene fuerza en aquello
que queremos ser, sino en que la Luz de Cristo salga por esos agujeros de
nuestra debilidad. No hay ninguna fachada perfecta; lo que la cambia no es
intentar tapar el agujero, sino el encender la Luz, acoger a Cristo y Su Amor,
sabernos amados.
Jesús no ocultó su pobreza, dejó que se
manifestase el Amor con que Dios, a través de ella: rechazado, acusado, rodeado
de los que menos valían, perseguido... Y nosotros, cubrimos aquello en que
necesitamos ser amados, impidiendo experimentar Su amor en lo que más
necesitamos.
La apariencia nos impide acoger el Amor de Dios
justo. La Misericordia del Señor es para ti, descansa en Él con la actitud de
un niño.
Jesús es para los pobres que se dejan amar; y
hablamos de Cristo a través de nuestra pobreza, de nuestras grietas. Nos ha
amado como pobres y queremos parecer ricos. Jesús se hizo tan débil como tú, te
entiende; estate seguro de que Él te calmará, descansa en Él. Deja que Dios sea
Dios en ti y te transforme con Su Amor.
Hoy el reto del Amor es que no te quedes en tu
fachada, sino en la Luz que la ilumina. Cuando sientas una grieta en ti, da
gracias al Señor, porque la ama y deja que pase Su Luz a través de ella; que
sea Cristo el que transforme tu corazón con Su Amor.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
27 diciembre 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma