Las conferencias episcopales de distintos países de África se han ido pronunciando en los últimos días sobre la declaración Fiducia Supplicans firmada por el cardenal Víctor Manuel Fernández.
![]() |
Los obispos de Zimbabwe con el Papa Francisco en septiembre de 2023 en Roma. Dominio público |
Como
ya explicamos en ReL, Malawi, Togo, Ghana, Nigeria, Kenia y Zambia estuvieron
entre los primeros países africanos en oponerse con claridad, con Burkina,
Níger y Sudáfrica pidiendo más tiempo para pronunciarse. Luego se fueron
pronunciando las
Conferencias Episcopales de más países sobre las bendiciones a parejas
irregulares, que recogemos a continuación.
Angola y Santo Tomé: "No deben
realizarse, crearían escándalo"
Angola tiene unos 36
millones de habitantes, de los que un 45% son católicos (con 19 diócesis) y
otros 45% cristianos de otras tradiciones. Comparten conferencia episcopal (la
CEAST) con el país isleño
de Santo Tomé y Príncipe (200.000 habitantes, 80% católicos).
Los
obispos de la CEAST han difundido un comunicado en portugués declarando que
"Fiducia Supplicans" ha creado "perplejidad" entre los fieles y que
las bendiciones que menciona el texto no se realizarán en estos dos países.
"En
cuanto a las bendiciones informales para parejas irregulares, si bien es un
sacramento diferente a la bendición litúrgica, consideramos que en nuestro
contexto cultural y eclesiástico crearían un enorme escándalo y confusión entre los
fieles, por lo que determinamos que no deben realizarse en Angola y Santo Tomé".
Los
obispos de la CEAST citan el texto del cardenal Ladaria de 2021,
que les parece "una opción prudente", "ya que nos
orienta a acompañar con caridad pastoral a los fieles que viven estas
situaciones complejas".
Los
obispos, después de recordar que la
Iglesia "no bendice ni puede bendecir el pecado", hablan del
tema del "bautismo de adultos que, objetivamente, viven en pecado y que no tienen la intención de enmendar
o cambiar su vida, como así como sus padrinos”.
"Este
documento señala el caso de homosexuales y transexuales. Sin embargo, en
nuestro contexto también podríamos considerar a los polígamos, personas gravemente involucradas en la
brujería, el sincretismo religioso y la violencia", enumera el
documento: personas en situaciones irregulares que necesitan convertirse hay de
muchos tipos, no sólo homosexuales.
Costa de Marfil: "Que los ministros
se abstengan de bendecir parejas"
Costa
de Marfil es un país de 28 millones de habitantes, donde un 43% son musulmanes,
un 34% cristianos de distintas iglesias y el resto siguen religiones tradicionales
animistas.
Los
obispos del país, que tiene 15 diócesis, han difundido su postura conjunta en una nota con
fecha de 27 de diciembre, firmada por su presidente, Marcellin Yao
Kouadio, obispo de Daloa (zona donde sólo 1 de cada 10 habitantes es católico).
"Pedimos a los ministros ordenados
que se abstengan de bendecir a las parejas del mismo sexo y a las
parejas en situación irregular", declara la nota, muy clara.
Los
obispos marfileños declaran que con Fiducia Supplicans se ha sembrado "el
desorden en el pueblo de Dios". Y añaden: "No podemos ocultar el riesgo de confusión y escándalo que
podría generar la bendición de las parejas del mismo sexo dentro de nuestra
iglesia local. Esto es tanto más importante cuanto que los actos homosexuales son desordenados
y, sobre todo, contrarios a la ley natural", especifican.
Camerún: "Prohibimos toda bendición
a parejas homosexuales", recomiendan "conversión radical"
Camerún
es una de los episcopados que se ha manifestado con más rotundidad en una nota
del 21 de diciembre, con Andrew Fuanya Este, arzobispo de Bamenda al frente. El
país cuenta con 26 diócesis y entre 7 y 10 millones de católicos (entre el 25 y
el 38% de la población, según distintas fuentes). Recomienda a las personas "que tienen inclinación
homosexual la oración y la compasión de la Iglesia, con miras a su conversión radical. Les
invitamos también a alejarse de su mentalidad de victimización".
"Nosotros,
los obispos de Camerún, declaramos por unanimidad lo
siguiente sobre el tema de la homosexualidad y la bendición de las 'parejas
homosexuales': [...] La homosexualidad falsifica y corrompe la antropología
humana y trivializa la sexualidad, el matrimonio y la familia, fundamentos de
la sociedad. En la cultura africana, esta práctica no forma parte de los valores familiares y
sociales. Es una violación flagrante del patrimonio que nos legaron
nuestros antepasados. En la historia de los pueblos, la práctica de la
homosexualidad nunca ha conducido a una evolución social, sino que es un signo claro de la decadencia
implosionante de las civilizaciones. De hecho, la homosexualidad enfrenta a
la humanidad contra sí misma y la destruye".
"Las
uniones homosexuales no son matrimonios. Deforman el sentido del matrimonio
reduciéndolo a un vínculo estéril, hedonista y perverso: «infamia entre varón y
varón» (Rom 1,26). La
homosexualidad no es un derecho humano. Es una alienación que daña gravemente a
la humanidad porque no se basa en ningún valor propio del ser humano:
es una deshumanización del amor, «una abominación» (Lev, 18,22). Rechazarlo no
es en modo alguno ser discriminatorio: es una legítima protección de los valores constantes de la
humanidad frente a un vicio que se ha convertido en objeto de una
pretensión de reconocimiento jurídico y, hoy, el objeto de una bendición",
añade la nota.
"Diferenciar entre contextos
litúrgicos y no litúrgicos para conceder la bendición a «parejas» del
mismo sexo es hipócrita.
El acto de bendición, ya sea realizado en una asamblea litúrgica o en privado,
sigue siendo una bendición. Por lo tanto declaramos inconforme cualquier forma
de bendición, pública o privada, que tienda a reconocer a las «parejas del
mismo sexo» como un estado de vida. Fieles a la enseñanza constante de la Tradición
eclesial que declara los actos de homosexualidad intrínsecamente desordenados y
contrarios a la ley natural (Catecismo de la Iglesia Católica n. 2357),
nosotros, los obispos de Camerún, reiteramos
nuestra desaprobación de la homosexualidad y de las uniones homosexuales",
añade la nota.
"En
consecuencia, prohibimos
formalmente toda bendición a las «parejas homosexuales» en la Iglesia de
Camerún. Puesto que Dios no quiere la muerte del pecador, sino su
conversión a la vida eterna, recomendamos a aquellos que tienen inclinación
homosexual a la oración y a la compasión de la Iglesia, con miras a su conversión radical. Los
invitamos también a alejarse de su mentalidad de victimización en la
que se complacen en considerarse «víctimas», «débiles», «minorías»; y más bien aprovechar la oportunidad de
conversión que Dios les brinda en las múltiples exhortaciones de Su
Palabra", proponen los obispos de Camerún.
Gabón: Fiducia "queda
automáticamente anulada"
Gabón,
país francófono vecino de Camerún, tiene 2,4 millones de habitantes, de los que
1 millón son católicos. No se ha pronunciado su Conferencia Episcopal, pero sí el presidente de la Comisión de
Doctrina de la Conferencia Episcopal de Gabón, el obispo Mathieu
Madega Lebouakehan, de la pequeña diócesis de Mouila (apenas 50.000 católicos).
El
obispo empieza recordando que el actual gobierno "transitorio" (el
CTRI) tiene legalmente
prohibidas "las parejas del mismo sexo", por lo que "en
nuestro país, esta posibilidad de bendecir a estas parejas queda automáticamente
cancelada". Añade el texto: "Por este motivo, demos gracias a
Dios por el CTRI", añade la nota.
Zimbabwe: "Instruimos a los
pastores en que desistan de tales acciones"
Los
obispos de Zimbabwe publicaron ya el 22 de diciembre una nota conjunta de la
Conferencia Episcopal (firmada por 5 obispos y 2 arzobispos) declarando que son "sensibles a la
ansiedad y confusión" que la declaración ha generado.
"Por
respeto a la ley del país, a nuestra cultura y por razones morales, instruimos
a los pastores en que desistan
de acciones que puedan parecer bendecir a uniones del mismo sexo, aportando
confusión e incluso escándalo a nuestro pueblo".
Zimbabwe,
la antigua Rodesia, tiene 15 millones de habitantes, de los que un 17% serían
católicos y un 63% cristianos de otras tradiciones.
Congo-Brazzaville: "apoyados por el
Papa, nos es imposible permitirlo"
El
23 de diciembre la Conferencia Episcopal de Congo-Brazzaville firmó y difundió
una carta encabezada por su presidente,
Bienvenu Manamika Bafouakouahou, arzobispo de Brazzaville (quien
además también hizo circular un vídeo en redes sobre el tema).
"Apoyados
por el Papa Francisco durante nuestra visita ad limina, en comunión con él y en
nombre de nuestra fidelidad al Evangelio, por respeto a nuestro patrimonio cultural y por el bien de la
familia humana, nos es
imposible, arzobispos y obispos del Congo Brazzaville, permitir la bendición de
las uniones mencionadas en la Fiducia Supplicans",
dice su texto.
“Respetando
nuestras tradiciones
culturales sobre el matrimonio, que la fe cristiana ha asumido y purificado a la luz de las Sagradas
Escrituras, nosotros, pastores y pueblo de Dios en Congo-Brazzaville,
permanecemos estrictamente apegados a la unión de un hombre y una mujer
confirmada por el doctrina de la Iglesia según el designio del Creador”, se lee
en la carta.
Congo-Brazzaville,
también conocida como República del Congo o Congo Oeste (para distinguirla del
antiguo Zaire o Congo Belga), cuenta con 6 millones de habitantes, de los que un tercio serían católicos,
y la mayoría del resto son cristianos protestantes de distintos tipos.
P. J. G.
ReL