El psicólogo Darío Fernández asegura en TRECE que "las personas con acompañamiento religioso sufren menos depresión" y apunta la importancia de reconocer las emociones de soledad
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Dominio público |
Son
muchas las personas que, por desgracia se enfrentan al problema de la soledad y
cuando esa soledad, además, no es voluntaria, se viven situaciones realmente
duras. Para el
psicólogo Darío Fernández, la soledad no deseada es la
nueva enfermedad del siglo XXI y una de las principales causas de depresión
entre nuestros mayores. "Somos animales sociales, necesitamos comunicarnos
y sentirnos queridos y atendidos y cuando no lo tenemos nos lleva a un
sentimiento de indefensión y de sufrimiento muy grande", explica Darío.
Hay
muchos factores que influyen en esta situación de soledad no deseada y muchos
tipos de personas a los que influye. "No solo afecta al viejecito solo
en su casa, a este espectro pertenecen los parados de larga duración,
inmigrantes, desahuciados..." añade Darío. La soledad
no deseada se ha convertido en uno de los grandes desafíos médicos "con la
edad se acumulan las pérdidas, los hijos que se van de casa, la viudedad, la
jubilación; la soledad no deseada es multifactorial"
A
la hora de afrontarlo para Darío lo mejor es enfocarlo desde el punto de vista
proactivo "identificar y reconocer tus
pensamientos y emociones de soledad" y después
"tomar las iniciativas necesarias para evitarlo". En muchas
ocasiones, las personas sufren tanto en esta situación que pueden llegar
incluso a poner a su fe, sin embargo nuestro psicólogo explica que "las
personas con acompañamiento religioso tienen menos depresión".
De
hecho desde la Iglesia se intenta acompañar a estas personas. Es el caso de la
diócesis de Vitoria que ha decidido crear un Grupo de Mayores precisamente como
punto de encuentro para las personas de más de 65 años y lo hace con un
objetivo "acompañar
a estas personas a vivir esta nueva etapa de la vida",
explica Daniel Corral, Diacono y responsable de la Delegación de Mayores de la
Diócesis. "Queremos favorecer que la gente mayor que quiere vivir su fe
que lo siga haciendo y lo hacemos a través de grupos en nuestras
parroquias", sentencia Daniel.
De cara a
las próximas fechas navideñas, la Iglesia pone el foco en estas personas que
sufren de soledad no deseado, situación que duele, aún más, en fechas tan
familiares
Por LAURA GÓMEZ
Fuente: ECCLESIA