El Santo Padre intervino virtualmente en una reunión de la Clinton Global Foundation, que se efectúa del 18 al 19 de septiembre en Nueva York, Estados Unidos
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En su alocución, el Obispo de Roma se refirió a los grandes
desafíos de nuestro tiempo, entre ellos la protección de la casa común, y
elogió el trabajo del Hospital Pediátrico Bambino Gesù.
“Es importante difundir una
cultura del encuentro, una cultura del diálogo, una cultura de la escucha y de
la comprensión”. Así comenzó el Papa Francisco su intervención virtual en
español durante un encuentro de la Clinton Global Foundation este lunes 18 de septiembre.
En la actividad participan, entre otras distinguidas personalidades,
representantes del Patronato del Hospital Infantil Bambino Gesù, una
organización sin fines de lucro que apoya los proyectos humanitarios de este
centro sanitario en los Estados Unidos.
El Papa subrayó la necesidad de compartir el
parecer sobre cómo contribuir al bien común, y cómo no dejar de lado a las
personas más vulnerables, como los niños; que a través de la Fundación “Bambino Gesù” están
en el origen de este espacio.
El Obispo de Roma enfatizó, como ya ha hecho en otras ocasiones
durante su Pontificado, que vivimos un cambio de época y que solo juntos
podremos salir mejores. “Solo juntos podremos sanar al mundo de un anonimato
que es la globalización de la indiferencia”.
A los numerosos retos de la actualidad, mencionados por el
expresidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, que introdujo la reunión,
Francisco añadió “el viento de guerra que sopla en todo el mundo”. “Es
necesaria una gran y común asunción de responsabilidades”, acotó.
También reiteró que ningún desafío es demasiado grande si lo
afrontamos desde la conversión personal de cada uno de nosotros, desde la
aportación personal que cada uno puede hacer para superarlo, y desde la
conciencia de lo que nos hace parte de un mismo destino. “Ningún reto puede
afrontarse solo. No en solitario. Solo juntos. Hermanas y hermanos, hijos de
Dios”, insistió.
Por estos motivos, el Pontífice animó una vez más a no rendirse
ante las dificultades, que forman parte de la vida y el mejor modo de
superarlas es buscando el bien común. Reivindicó la importancia de superar el
egoísmo y la división, privilegiando la unidad.
El Papa abogó por la construcción de la paz y la fraternidad.
Imploró que cesen las armas y que volvamos al diálogo, a la diplomacia, acabar
con los designios de conquista y de agresión militar.
Bergoglio pidió detener la catástrofe ecológica antes de que sea
demasiado tarde. Por dicho motivo, explicó que eligió escribir un nuevo
documento, diez años después de la encíclica Laudato si’. En efecto, se
refirió a la Exhortación Apostólica que tiene intención de publicar el próximo
4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, como anunció en la Audiencia
General del miércoles 30 de agosto.
“Detengámonos mientras hay tiempo, por favor. Deténganos mientras
hay tiempo”, aseveró.
Otro de los retos del mundo actual es el afrontar juntos las
emergencias migratorias, pensando en los más pequeños, en su educación y
cuidado.
Bambin Gesù, signo concreto de la caridad
Francisco reconoció que la sesión de este 18 de septiembre tiene
su origen en un pequeño gran proyecto que le interesa mucho, vinculado a los
niños y su salud. Aludió al Hospital Pediátrico Bambino Gesù y
explicitó que quiere ser una señal, “un testimonio de cómo es posible (en medio
de tantos esfuerzos) combinar una gran investigación científica,
destinada a curar a los niños, y la acogida gratuita de los necesitados”.
“Ciencia y hospitalidad: rara vez estas dos cosas se unen a un cierto nivel”,
añadió.
Este centro sanitario acoge a los niños y en estos terribles meses
marcados por la guerra, reveló que la institución ha atendido a más de dos mil
pequeños pacientes ucranianos, que huyeron de su país con sus padres y
familiares.
“En el campo de la salud, hoy más que nunca, la primera y más concreta
forma de caridad es la ciencia, la capacidad de curar, que, sin embargo, debe
ser accesible a todos”, manifestó.
Para el Pontífice, “existen enfermedades insanables, pero no
existen niños incurables” y exhortó a tener claro este concepto.
Al concluir su alocución, cuando Clinton le consultó si deseaba
agregar una idea, Francisco retomó dos cuestiones que le preocupan: los niños y
el cambio climático. Y nuevamente solicitó actuar antes que sea tarde.
La Clinton Global Initiative, lanzada por el expresidente
Clinton en 2005, es un proyecto que ha creado una comunidad de personas que han
elaborado una serie de "compromisos para la acción". Hasta la fecha,
hay más de 3.900 de ellos, procedentes de más de 9.000 organizaciones.
Revise un resumen de la intervención del Santo Padre (video de la
Clinton Global Initiative)
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
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