Misionera digital, está casada, acompaña grupos de jóvenes, es conferenciante, estudia Teología en el CESET "San Pablo" de Málaga y hasta ahora era profesora de Religión.
Sus
perfiles en redes sociales, sobre todo Instagram, bajo el nombre de Llamameyumi
tienen miles de seguidores y en ellos ofrece píldoras de fe, de magisterio de
la Iglesia, pero de un modo muy fresco y juvenil. Hace pocas semanas contó en
ellos que había dejado su trabajo fijo como profesora de Religión y ha cambiado
el rumbo de su vida.Paula Vega. Dominio público
Oración y discernimiento
Paula entra en el programa para conversar con Irene Pozo y Ana
Medina y explica los motivos: «Pasaron muchas cosas, fue un proceso de oración
y de discernimiento. Cuando no estás en el sitio donde Dios quiere que
estés, no encuentra la paz. Me empezó a pasar eso y al final empecé a discernir
y supe la decisión e intenté ser valiente para dar ese salto».
Paula quiere ser evangelizadora a tiempo completo: «Me siento llamada a testimoniar a Dios con mi vida, y aunque puede chocar un poco porque durante mucho tiempo hemos visto eso una tarea de religiosos o sacerdotes, yo quiero dedicarme a ello profesionalmente, con las horas de trabajo todo mi esfuerzo, formándome, poniendo todo lo que puedo para lograr testimoniar y evangelizar». Las claves que Paula son: «ser polivalente y trabajar duro. En estos momentos gestiono mis redes, pero también las de la serie The Chosen, de un movimiento religioso, he sacado recientemente un curso de formación sobre mujeres biblicas, siempre intentando ser instrumento para llevar a Dios a las personas».
En
el programa, sorprende a Paula la entrada en directo de su madre, Merche Vega,
quien la anima a seguir en este apostolado. «Como madre, confías en su
valentía, aunque tienes los miedos propios de quien intenta proteger. Es curioso
como Dios teje los hilos: se ha preparado mucho, ha tenido grandes
experiencias, y te preguntas, humanamente, "¿todo eso para las
redes?". Debe de ser lo mismo que siente una madre de un hijo que, tras
estudiar la carrera, le dice que quiere ser sacerdote». Pero su madre ve ya las
cosas de otro modo. «La apoyamos desde el primer minuto. Vemos que su voz es
importante en las redes sociales. Se le acercan muchos corazones heridos y hace
una labor muy bonita. Y, sobre todo, está feliz».
Ana Medina
Fuente: ECCLESIA