El nuevo arzobispo de Madrid habla del caso Fundaciones, la polarización de la Iglesia y su relación con el cardenal Osoro: “Don Carlos es un amigo. No le he traicionado. Son fakes news incontrastables”
![]() |
Mons. José Cobo. Dominio público |
Mons.
Cobo (prefiere que le llamen José) busca el encuentro, el entendimiento y
respeta la profesión periodística. No mide las preguntas, ni pregunta qué vas a
escribir.
“A lo mejor le hago
preguntas algo incómodas, D. José”.
“Tu
dispara” me responde.
“Yo
le llamó D. José y mi costumbre es llamarle de usted y transcribiré la
entrevista así, pero a lo mejor prefieres que te tuteé”
“Si
me hablas de tú mejor, así me siento más cómodo”.
Un cura progresista y
pastor
Le están definiendo
como un cura progresista, con poca experiencia, pero muy pastor.
Es
verdad que de obispo llevo poco tiempo, cinco años, porque ser obispo auxiliar
es también ser obispo, y esto es lo que me da cierto vértigo. Cuando me
llamaron a este servicio, no fue fácil decir que sí. En mi vida he tenido
tiempo solo para ser cura como tal y después como obispo me he currado la
diócesis de Madrid, desde los barrios desde Aluche a otras zonas del distrito
de Salamanca. Como obispo no tengo experiencia como dicen algunos, sobre todo
cuando los obispos llevan años ejerciendo y son muy doctos, pero como pastor y
cura sí tengo experiencia. No tengo ni títulos ni saberes, pero como te digo,
me he currado la
diócesis madrileña. Conozco a los drogatas, inmigrantes, comunidades de laicos.
¿Experiencia o no? Depende quien lo mire.
Usera
y La Moraleja
Y con tanta
experiencia en los barrios, si usted va a La Moraleja ¿cómo le reciben?
“Pues
bien. Me encuentro con cristianos que te acogen. Si es que Madrid tiene una
suerte increíble por su variedad. La gente tiene una imagen de la Iglesia un
tanto extraña. Si preguntas a la gente qué piensa de la Iglesia te hablan del
poder, de estereotipos. Pero si le preguntas sobre su experiencia de Primera
Comunión, te dicen: ah muy bien, buena gente los curas. La Iglesia de Madrid
tiene muy buena gente y muy buenos curas.
Hemos pasado de
besar a los obispos en el anillo de su mano a saludarles, como es costumbre
ahora, con un par de besos. Eso es parte de la adaptación de la Iglesia
Es
que los obispos somos buena gente. Cuando he entrado en la Conferencia
Episcopal he visto a obispos que nos despropiamos y nos entregamos. Venimos con
nuestra mochila, pero nos entregamos en cuerpo y alma. Porque la Iglesia no es
una empresa ni partido político. Estamos aquí porque sin saber por qué, Dios te
ha llamado y das lo mejor que tienes.
Sectores
sorprendidos por su nombramiento
En esta Iglesia de
Madrid hay cierta polarización: conservadores, progresistas, ese clero que se
ha quedado sorprendido por su nombramiento... ¿Cómo cree que hay que
equilibrar?
Lo
que he aprendido en la Iglesia es que la fe es el punto de enganche y de
cimiento de todo. No es ni la ideología, ni mis planes personales. Si fuera por
mis planes, no me hubiera quedado en Madrid. Cuando yo era joven era de Juan
Pablo II. Cuando viene Benedicto, somos de Benedicto. Porque da unas pistas y
bebemos de esas pistas y es Pedro en ese momento. Viene Francisco y soy de
Francisco. Y lo mismo pasa con los obispos.
Rouco, Carlos Osoro
y ahora usted, tres perfiles distintos para Madrid
He
estado 20 años siendo cura del presbiterio de D. Antonio María Rouco, y le
quiero y él lo sabe, y hemos colaborado y me he puesto a su servicio y si D.
Antonio decía que había que ir por ahí, íbamos por ahí. Y lo mismo con D.
Carlos. Desde fuera puede parecer que hay polarización y puede haber sectores
dentro de la Iglesia, pero no es lo mayoritario. El Evangelio nos hace poner el
foco en lo importante…así que vamos a dejarnos de tonterías. Que el mundo y Madrid
no está para pelearnos entre nosotros, aunque haya gente que te cae bien y
otros mal. Me he encontrado estos días con curas de distintos sectores que me
han emocionado, que me han dado su apoyo, tengo 1.300 WhatsApp de sacerdotes y
gente de las parroquias. Y me dicen ánimo y gracias por tu sí. Eso emociona.
Su relación con Osoro
Dicen algunas voces
que Osoro se ha sentido traicionado por usted…
No
me lo ha dicho a mí. Ha habido alguna campaña que eso decían, pero no se puede
contrastar. Son fakes news incontrastables. D. Carlos es un amigo, hemos vivido
juntos y seguimos viviendo juntos. Traicionar a alguien con quien vivo, yo no
lo entiendo. Son visiones que pretenden corromper relaciones que no son las del
Evangelio.
Pero a D. Carlos se
le veía en la rueda de prensa con una cara cabizbaja
Está
con un catarro del tres. Debió pillar frío el domingo. Y
tiene la edad que tiene. Estaba acatarrado y también está cansado. Estos años
han sido duros. Y ahora se ha relajado. Pero él está feliz y está empleando su
tiempo en el que va a hacer, descansar y escribir. Conmigo está super cariñoso
y muy hiper respetuoso. No quería estar en la rueda de prensa porque decía que
era mi momento y yo se lo pedí.
La cuestión de la
bendición de parejas homosexuales
Cambio de tercio.
Para usted, Junio ¿es el mes del orgullo o del Sagrado Corazón?
Es
el mes del Sagrado Corazón. Orgullo hay muchos, pero Sagrado Corazón solo uno.
A muchos les chocó
el anuncio del arzobispado en su web y redes sobre la jornada de acompañamiento
de padres cristianos con hijos LGTBI organizado por la Crismhom, claramente a
favor de la ideología de género.
Me
preocupa que Twitter se convierta en un instrumento de rabia. ¿Cómo podemos los
cristianos bautizar a los medios que se convierten en rabia? No puede ser que
un cristiano, cura, laico, monja, religioso... utilice los medios sin
rezarlo antes. A mí no se me ocurre desde un balcón de una parroquia criticar y
poner verde a un vecino..
Tiene usted razón,
pero otros preguntaban en las redes cómo es que el arzobispado daba
protagonismo a una asociación ideologizada, que una cosa es acompañamiento y
respeto, y otra, apoyar sus puntos de vista. ¿Bendeciría el obispo a las
parejas homosexuales?
Primero
me leo el Evangelio y veo a un Jesús que acoge absolutamente a todos antes de
que pregunte de donde viene. Jesús no pregunta ni su orientación sexual ni si
era leproso. Y esta es la postura de la Iglesia. No acogemos ni a etiquetas ni
ideas, sino a personas y cada uno con su historia. Otra cosa es que cuando yo
acompañe a otra persona, yo le tengo que ofrecer la antropología de la Iglesia
y educar en la visión de la Iglesia y que ayude a descubrir la plenitud de la
persona.
La antropología
cristiana sobre la sexualidad
Por lo tanto, la
antropología cristiana sobre la sexualidad se debe mostrar a las personas con
atracción al mismo sexo...
La
Iglesia tiene una antropología y una forma de ver la vida y yo a esa persona,
tal y como viene, le voy a ofrecer el Evangelio y la tradición y la reflexión
de la Iglesia. Tengo que hacerlo porque si no, otros le van a ofrecer otras
cosas. Y si la Iglesia no educa, no acompaña, no es Iglesia. Una persona
homosexual, una persona rota, un matrimonio necesita que la Iglesia le explique
cómo entiende la vida, cómo entiende el matrimonio. Primero la acogida y luego
el acompañamiento para que entiendan cómo discernir y cómo valorar la
conciencia desde allí. Y eso va a hacer la Iglesia. Y que nadie se escandalice.
La Iglesia nunca va a dejar de decir lo que piensa, nuestra antropología y
tradición. No obligamos a nadie a que piense así, pero sí le ofrecemos la
fascinación del Evangelio. No se trata de ofrecer simplemente una moral, sino
que la persona descubra el Evangelio. Pero no podemos cortar de plano y solo
acoger los que viven con una moral determinada. Jesús decía yo te ofrezco esto,
¿quieres seguirme?
En
tiempos de confusión, claridad
Muchos católicos
piensan que en tiempos de confusión hace falta claridad
Y
es verdad. La Iglesia en estos momentos necesita dar claramente su verdad. A
veces por una asepsia laicista todo lo que suena a Dios, en nuestra sociedad no
se nos da espacio. Y la Iglesia nunca va a dejar de hablar de Dios ni debe, y
nunca va a dejar de hablar del Evangelio ni debe. Debemos buscar nuestro
espacio sin imponer a nadie. Yo a cualquier persona le voy a decir la verdad de
la Iglesia y la verdad del Evangelio, pero no es una teoría que hay que
imponer. En las parroquias encuentras gente muy normal, dime tú en qué
lugar de nuestra sociedad se junta gente todos los domingos, a celebrar la fe,
cada uno con sus cosas y de diversos pensamientos. Esa es la iglesia a la que
me punto.
Distintas
sensibilidades
Hablando de las
redes, en la Iglesia de Madrid vemos curas que parecen digamos más liberales en
estos temas más polémicos como la bendición de parejas homosexuales y otros que
se apuntan a elaborar hilos de doctrina clara. ¿Es eso polarización?
Yo
lo llamo la pluralidad de la Iglesia. Y alguien me pregunta porque no paráis o
hacéis esto o lo otro. Y yo les digo que la Iglesia no es la Guardia Civil, no
funcionamos por la coacción ni por políticas coercitivas. En la Iglesia
funcionamos porque tenemos el envío de Jesucristo y no podemos hacer dogmatismos,
sino ayudar a que las conciencias crezcan. Esos curas pueden pontificar como
crean, pero me consta que cuando se encuentran con personas con dificultades,
se conmueven.
Si Carlos Osoro
hablaba de la cultura del encuentro, usted habla de la cultura del
entendimiento
Porque
en la cultura del entendimiento nos podemos entender. No podemos hablar desde
la ideología. Tenemos que hablar desde la fe. La fe encuentra personas, la
ideología borra el rostro. La ideología divide. La fe da un paso más y ve a la
persona. Jesús quita la etiqueta, ve a la persona, ve al leproso y es curable.
Y esa es la misión de la Iglesia.
Pero Jesús también
es duro y claro con ciertas personas
Sí,
fue enérgico con el poder que estaba machacando a la gente, no era tonto y va
al templo y desmonta el chiringuito que tenían. Pero luego a Pilatos, cuando le
ve como persona, le respeta y le acoge.
Caso
Fundaciones
Otro cambio de
tercio. ¿Va a nombrar a Javier Belda como vicario general?
¿Por
qué? No entiendo… No, nosotros y D. Carlos en el tema de fundaciones contratamos unos servicios de despacho pero
no tenemos más vinculaciones. La vía de la diócesis es mucho más que las
fundaciones, sobre todo las civiles, que es una cruz, una fundación civil es un
negociado que implica al arzobispado en cuanto nos hacen vigilantes de una
institución que no es nuestra.
¿No sería mejor que el arzobispado
se desprendiera de todas esas fundaciones?
Pues
ya quisiéramos. Legalmente e institucionalmente es complejo. Son la voluntad de
unos fundadores que siglos pasados establecen todo un complejo patrimonial y
ponen al obispo de Madrid como vigilante y creo que debemos, poco a poco,
deshacernos de todo esto. Nos da pena porque son instituciones muy sociales:
residencia de ancianos y un colegio de niños huérfanos. Éticamente, solo somos
vigilantes.
Cuesta creer,
aunque la justicia dirá, que unas personas, delegados por el obispo, hayan
actuado de una manera criminal para enriquecerse y que hayan hecho alguna
acción sin la firma del obispado
Es
que el obispado no tiene que firmar. Entiende que las fundaciones civiles
funcionen de forma autónoma y soberana. Y el arzobispado de Madrid tienen una
red bastante grande de encomiendas de fundaciones y lo que hace es delegar. Por
eso hemos estado en silencio para no difamar a personas determinadas, pero lo
que está diciendo el auto de transformación es que efectivamente no hay posible
delito que hayamos infringido nosotros. Podría haber habido un entramado
distinto a nosotros que aprovechaba la estructura del obispado para utilizar
las fundaciones para asuntos ilícitos.
Patrimonio de la
Iglesia madrileña
¿Qué respuesta da a
los que dicen que el patrimonio de la archidiócesis de Madrid es muy grande y
rica? ¿Hay que vender todos los pisos y venderlo a los pobres?
El
arzobispado de Madrid no tiene propiedades. Tenemos 476 parroquias y si quieres
te las vendo, pero no se para que las quieres. Nuestras propiedades son de
culto en estos ciento y pico de años. El arzobispado de Madrid no tiene pisos,
son de fundaciones. D. Carlos se ha ido al piso del Dean de la catedral porque
ha fallecido y ha cedido su piso. La grandeza de Madrid no son las propiedades
inmobiliarias, son las parroquias. Otra cosa son las propiedades de las órdenes
religiosas, pero estas no son de la archidiócesis.
Lo que sí se espera
de la Iglesia es más transparencia sobre patrimonio
Sí,
hemos avanzado mucho en rendición de cuentas y tenemos que seguir mejorando.
Hay instituciones de la Iglesia que no tenían hábito de la transparencia, este
un gran reto.
Vocaciones en Madrid
Hablemos de las
vocaciones de Madrid. ¿Cree que el 50% de las vocaciones de seminaristas
provienen de movimientos de la Iglesia llamemos conservadores o tradicionales?
Effeta, Hakuna, el Camino, CyL, Opus Dei…
No
es cierto. Cada año varía mucho. Hay movimientos e instituciones que dan muchas
vocaciones, es verdad, pero el proceso de Seminario es para todos igual. Cuando
entré en el seminario yo venía de Usera y tenía un compañero de una parroquia
del Opus Dei, otro de los neocatecumenales y todos en el Seminario, caminamos
en el mismo proceso, una preparación de casi ocho años (no estamos hablando de
un simple master de un año) y de vida en común y compartir cosas. Es un
contraste muy bonito. Este el éxito del seminario.
Pobres y vulnerables
Cuando habla de
pobres y vulnerables, nos interpela a todos. Somos hombres corrientes y no
llegamos a todo. ¿Qué más nos quiere decir el obispo cuando nos hablas de ir a
los más pobres?
Te
estoy diciendo desde mi experiencia de fe, algo que creo que puede ayudar a la
Iglesia de hoy. El mundo se puede ver desde arriba, desde lo que tenemos. Creo
que el Evangelio nos coloca en la calle, en la plaza. Qué distinto es ver
la realidad desde mi piso a ver a tantas personas que no lo tienen. En tu
trabajo hay gente que es el último y es vulnerable o tu madre enferma a la que
tienes que cuidar, que es también pobre y vulnerable.
Una iglesia mucho más amable
D.
José Cobo concluye la entrevista con un reto: dar una imagen de una Iglesia mucho
más amable. Y con un mensaje claro: “Los obispos somos buena gente”. Para ello
reza “todo lo que puede”, además de la Santa Misa diaria, por las mañanas un
buen rato de oración y por la noche, nunca dormirse sin hacer un poco examen
del día y preguntarse si en este día me ha hecho mejor persona. “Qué me pide
Dios en el silencio para ser mejor persona”.
Marta Santín
Fuente: ReligiónConfidencial