Son diez religiosas, todas ellas jóvenes, nueve españolas y una canadiense: "Se dedican a la atención personal y espiritual de quien lo desee a través del locutorio"
Dominio público |
La llegada
de la comunidad de religiosas está prevista para el mes de septiembre. La
adecuación de algunos espacios supondrá su adaptación, como la eliminación de
barreras arquitectónicas.
Un gran tesoro
El
llamado Monasterio de Nuestra Señora de los Dolores y Santos Reyes de Bocairent
esconde un gran tesoro bajo sus cimientos: monasterio rupestre subterráneo
único por estar excavado en la roca.
Su historia
se remonta al año 1556, cuando Mosén Melchor Hierro decidió construir un
emplazamiento excavado en la roca para dar cobijo a unas religiosas, en total
seis monjas procedentes de Valencia del desaparecido Convento de la Esperanza. Tras su construcción, las religiosas entraron
al monasterio bajo la advocación de la ‘Sacratísima Virgen María de los Dolores
y de los Bienaventurados Reyes Magos’.
Por su
constitución, el lugar era ejemplo de sencillez, humildad y penitencia. Vivían
en un recinto de unos 48 metros cuadrados tallado en la roca, unas dependencias
a las que llegaba poca luz solar y que, como es lógico, tenía mucha humedad. En el 1700 fue sellada la cámara rupestre, ya
que se construyó un segundo convento. En 1902, se creó la edificación actual.
De Ávila a Valencia
El párroco
de la Asunción de Nuestra Señora, Vicent Femenía, informó de que
la priora del convento de las Carmelitas Descalzas de Piedrahita (Ávila)
propuso desplazarse a Bocairent para conocer el convento, en una visita que
tuvo lugar el 2 de marzo. Tan solo tres días después, la madre Joaquina comunicó al
párroco que la comunidad había aprobado el traslado por unanimidad.
Con
los permisos pertinentes desde la diócesis de Ávila, el arzobispo de Valencia y
de la madre federal de las Carmelitas Descalzas los documentos fueron enviados
a la Santa Sede para su autorización por parte de la Congregación para los
institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Fuente: ECCLESIA