Las embajadoras ante la Santa Sede de Panamá, Ecuador y Uruguay impulsaron un rosario por la paz con sus colegas en el Vaticano
Embajadores latinoamericanos rezan el Rosario por la paz en los Jardines Vaticanos en mayo de 2023. |
El
pasado sábado 27 de mayo por la tarde, embajadores de distintos países
hispanoamericanos rezaron juntos el Rosario, paseando por los jardines
vaticanos, con el arzobispo Robert Prevost presidiendo la oración.
Prevost es un agustino norteamericano que ha sido obispo en Perú muchos años, y desde hace unos meses es el
presidente de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL).
La
iniciativa de oración surgió de tres embajadoras ante la Santa Sede:
Rodeados de Vírgenes americanas
Fue una oración mariana en un entorno
mariano, el "bastión de las Vírgenes" de los jardines vaticanos,
entre estatuas de la Virgen María de distintas advocaciones. Hay allí imágenes
de las advocaciones de Luján en Argentina, Copacabana en Bolivia, del Carmen en
Chile, de Chiquinquirá en Colombia, de los Ángeles en Costa Rica, de la Caridad
del Cobre en Cuba, del Quinche en Ecuador, Reina de la Paz en El Salvador, del
Rosario en Guatemala, de Suyapa en Honduras, de Guadalupe en México, de la
Purísima Inmaculada Concepción en Nicaragua, de Guadalupe en México, de La
Antigua en Panamá, de Caacupé en Paraguay, del Carmen en Perú, de Alta Gracia
en la República Dominicana, de los Treinta y Tres en Uruguay, de Coromoto en
Venezuela.
El
primer misterio se rezó en el Bastión de las Vírgenes, el segundo ante la
Virgen Patrona de Panamá, Santa María de La Antigua, el tercer misterio ante la
Virgen de Fátima, el cuarto y quinto misterio ante las imágenes de las vírgenes
de Guadalupe y de Lourdes. Ante
la advocación de Lourdes se dejó un arreglo floral.
Los textos y canciones los seleccionó
Jafet Ortega, párroco de la Iglesia Santa Ana en el Vaticano, panameño y doctor en música sacra. No
contaba con un gran coro clásico, pero sí con las voces y guitarras de algunos sacerdotes del Coro del Colegio Pío Latinoamericano. Algunos
cantos eran originarios de Hispanoamérica, como la Guadalupana, mientras que
otros eran cánticos internacionales.
Exhortaciones en cada misterio
La
embajadora de Panamá pidió que cada Ave María sea "una flor ofrecida hasta
el cielo para demostrarle a la Santísima Virgen nuestro amor filial y nuestro
deseo de imitar sus
virtudes", obedeciendo el mandato de la Virgen: "Hagan lo que Jesús
les diga".
La
embajadora de Paraguay recordó que la Virgen María creyó firmemente en las
palabras de Jesús y que su maternidad espiritual anima en una misma fe a sus hijos en el
Nuevo Mundo americano.
La
embajadora de Ecuador recordó que Jesús, desde el Cielo, prepara a los hombres
unas mansiones eternas, con la Virgen acompañándolos, también en el continente
americano.
Bruno
Lins, el vicejefe de protocolo de la Secretaría de Estado, recordó que "en Fátima la Virgen manifestó la
necesidad de hacer penitencia y oración por la conversión de los
pecadores y la paz en el mundo".
Ante
la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, el padre Massimo Cassola invocó a
Virgen de Guadalupe como patrona común de los pueblos de América, para que se
dejen "guiar por esta Madre y obtengan por su intercesión la pacífica convivencia y la
misericordia de Dios".
Ante
la reproducción vaticana de la gruta de Lourdes, el padre Jafet Ortega constató
que la Virgen consuela a los enfermos y acompaña en la conversión a muchos.
"El Señor no niega nada de lo que ella le pida para bien de nosotros y
para nuestra salvación. Así es que por eso rezamos este Rosario y la ponemos a ella como
nuestra intercesora y mediatriz", dijo.
El
arzobispo Prevost agradeció poder "reflexionar sobre la creación, sobre la
casa común, una oportunidad para unirnos en este mes de mayo, mes de nuestra Madre María,
rezando Rosario, pidiendo al Señor, pidiendo la intercesión de la
Virgen María por la paz en el mundo y por tantas bendiciones más".
G. de A.
Fuente: ReL