Publicado el video con la intención universal de oración del Papa Francisco para el mes de junio
Dominio público |
«La tortura.
¡Dios mío, la tortura!», exclama con pavor el Papa Francisco en su video de
intenciones de oración para junio de 2023, difundido por la Red Mundial de
Oración del Papa el 30 de mayo. El pontífice insta a poner fin al «horror de la
tortura» y desea su abolición.
«La tortura no
es una historia de ayer. Lamentablemente, hoy es parte de nuestra historia»,
denuncia el Papa argentino mientras desplaza imágenes de presos atados,
encapuchados, con las manos atadas, así como cuerdas, baterías eléctricas,
alicates, martillos, machetes y otros instrumentos de tortura.
El Papa expresa su consternación: «¿Cómo es posible que la capacidad de crueldad del hombre sea tan grande?». Deplora «formas de tortura muy violentas» y otras «más sofisticadas como los tratos degradantes, la privación de los sentidos o la detención masiva en condiciones inhumanas».
Sigue habiendo
tortura
«¡Acabemos con
el horror de la tortura!», insiste François, mientras que Naciones Unidas
celebrará el 26 de junio el Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la
Tortura. Insta a colocar «por encima de todo la dignidad de la persona»,
dignidad sin la cual «las víctimas no son las personas, sino las cosas», que
«pueden ser maltratadas sin medida alguna, con resultado de muerte o daños permanentes
a la vida psíquica y física».
Y el Papa
Francisco llamará a unirse en su oración «para que la comunidad internacional
se comprometa concretamente con la abolición de la tortura y brinde apoyo a las
víctimas así como a sus familias».
Si bien el uso de
la tortura está prohibido por el derecho internacional, sigue siendo «una
realidad en muchos países», señala la Red Mundial de Oración del Papa en un
comentario al video.
«Este es a
menudo el caso, por supuesto, en áreas de conflicto, como la agresión rusa
contra Ucrania, donde se han denunciado actos de tortura perpetrados por
soldados rusos contra militares y civiles ucranianos», subraya el texto.
I. Media
Fuente: Aleteia