El mes de mayo, mes de peregrinaciones y flores para la Virgen en el hemisferio norte
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Serhiy Stakhnyk - Shutterstock |
El mes de mayo es el mes dedicado por la Iglesia católica a la
Virgen María en el hemisferio norte, y se le llama también Mes de María.
¿Por qué? Porque es el mes más bonito
del año: es el «mes de las flores», en plena primavera.
Es el mes en que los niños y adolescentes reciben los sacramentos
de la Eucaristía o Primera Comunión y de la Confirmación en
pleno Tiempo Pascual.
Es el mes de los poetas, de los Juegos florales; el mes de los
enamoramientos.
Y en el hemisferio norte es el mes de clima templado, cuando la
vegetación está exuberante y el calor todavía no agota los cuerpos por el
sudor.
Ir a ver a la Madre
El mes de mayo es también tradicionalmente el mes de las romerías a
la Virgen. Las romerías son manifestaciones de religiosidad
popular, tan querida por el papa Francisco.
Son un caminar hacia un templo o ermita dedicado a la Virgen y
pedirle favores, darle las gracias, y manifestarle el amor, el
cariño, la ternura de los hijos hacia su Madre.
El origen de la romería se remonta al siglo VI en el corazón de
Europa. Se popularizaron en el Medioevo las peregrinaciones que iban a visitar
las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo y se les llamó «romeros«,
derivado del latín Romae. A los que peregrinaron hacia la tumba del
Apóstol Santiago se les llamó «peregrinos«, que viene del
latín peregrinus (el
que va o viene del extranjero). Los peregrinos a Tierra
Santa (Palestina) se llamaron palmeros.
Desde el siglo VI
Fue en los últimos siglos del primer
milenio en que se erigieron muchos templos dedicados a la Virgen
María, Madre del Redentor, y se iniciaron peregrinaciones o romerías.
Uno de los primerísimos santuarios europeos de la Virgen fue Nuestra Señora
de los Ermitaños de Ensiedel (Suiza),
donde son conocidas ya romerías en el siglo VI y que popularizó Carlomagno.
Desde entonces, el auge tomado por peregrinos y romeros a los
templos y ermitas de la Virgen María fue en aumento. En España, la primera
romería que se conoce es la Romería de Ujué, en Tafalla
(Navarra) en el siglo XI.
Favores y milagros
En la literatura española el primero que habla de peregrinos y
romeros es Gonzalo
de Berceo, en su obra Milagros de Nuestra Señora (primera
mitad del Siglo XIII). En el cuarteto número 5 dice:
Yo Maestro
Gonzalo de Berceo nomnado, /yendo en romería caecí en un prado /verde e
bien sencido, de flores bien poblado, /lugar codiciadero para ome cansado.
Después vino el Rey-trovador, Alfonso X Rey de Castilla,
en sus «Cantigas»
o cantos en honor a Santa María (segunda mitad del siglo XIII).
Hoy en el siglo XXI son muchísimas las ermitas, iglesias, templos,
santuarios, basílicas y catedrales dedicadas a la Virgen María, que durante el
mes de mayo reciben la visita de romeros que van a rezar a la Virgen.
A propósito de favores, recuerdo un joven de unos
28 años – omito los nombres – a quien sus amigos le reprochaban que
a su edad todavía no tuviera novia, lo mismo que su otro amigo, de unos 30
años, que tampoco tenía novia.
Entonces el primero le dijo al segundo: «Vamos a hacer
una romería a la Virgen de Montserrat (Barcelona) a ver si la
Mare de Déu nos da una novia, una novia que sea con la que nos casemos».
Fueron los dos y al cabo de unas pocas semanas, los dos tenían
novia. Luego se fueron con sus novias a dar gracias a la Virgen. Y se casaron.
¿Cómo se hace una Romería?
No existe una fórmula para hacer una romería, sino que esta
arranca del amor, cariño y veneración que los hijos tienen hacia su Madre del
cielo.
La romería es un acto de piedad personal hacia la Virgen. Se va a
Ella para rezarle, a pedirle favores o a darle las gracias por favores
recibidos.
La romería tiene también un valor
penitencial, para que los romeros cuando visitan a la Virgen puedan
«ofrecerle algo».
Muchas veces la ermita o santuario están situados en peñascos
altos y hay que subir por caminos sinuosos hasta conseguir besar a la Virgen.
Sin embargo, la práctica más común es la oración que más le gusta a la
Virgen, como Ella pidió en apariciones como en Fátima,
hace ahora cien años: el rezo del Santo Rosario.
En Europa se pueden encontrar santuarios con mucha historia (Fátima en
Portugal, El
Pilar y El Rocío en España; Lourdes en
Francia, Loreto en
Italia, Kevelaer en
Alemania, a la que acuden unos 800.000 peregrinos al año, etc.).
España, tierra de romería
En España son famosas las romerías del Rocío, en
la provincia de Huelva. Los romeros van unos a pie, otros a caballo, otros en
carretas o «charrets» engalanados de muchas guirnaldas y flores.
La Romería tiene su punto culminante con «el salto de
la reja» que es cuando los romeros se abalanzan a la reja
que custodia la ermita y «toman» casi literalmente la imagen de la Virgen, a la
que llaman «Blanca Paloma», cuando sale del santuario a hombros de los hermanos
cofrades.
La Virgen del Rocío tiene 117
hermandades y fue visitada por el papa san Juan Pablo II en 1993.
Son muy conocidas también las romerías de Nuestra Señora
de la Cabeza en Jaén, que reúne a unos 200.000 romeros, y en su
larga historia participaron como romeros Calderón de la Barca, Lope de Vega y
el propio Miguel de Cervantes que se inspiró en esta romería para escribir su
libro Persiles
y Segismunda.
También es famosa la romería a la Virgen de la Fuensanta,
patrona de Murcia.
Otra romería famosa es La Virgen de las Cortes, en Alcaraz
(Albacete), que reunió a las Cortes de Castilla y Aragón,
y donde Alfonso X el Sabio, amplió el monasterio.
En las Islas Canarias se venera la Virgen de la Candelaria, y en
Valencia la Mare de Déu de los Desamparados, en Cataluña la Mare de Déu de
Montserrat y la Mare de Déu de la Mercè y
en Asturias La
Virgen de Covadonga.
No solo en los grandes santuarios
En América Latina, los más famosos santuarios de la Virgen María
son: la
Virgen de Guadalupe en México donde en Guadalajara es
famosa la romería a la Virgen de Zapopán; Nuestra Señora
de Luján patrona de Argentina, Uruguay y Paraguay; La Virgen de
los Remedios de Timalchaca en Chile, La Virgen del
Cobre en Cuba, La Virgen del Cisne en
Ecuador, La
Virgen de la Aparecida en Brasil, La Virgen de
los Ángeles (la llaman «Negrita») en Costa Rica, etc.).
En Sudamérica se celebra mucho como fiesta central la fiesta de la Inmaculada
Concepción.
La Virgen de los Remedios de Chile es la
patrona de los pueblos andinos. La fiesta conserva costumbres ancestrales como
las de los precolombinos aymaras y chubas,
y en ellas se sacrifica un cordero, se bendicen las ceras, se celebra la misa y
tras la procesión por el pueblo, hay un baile comunitario delante del templo.
Las romerías no solo se dan en los grandes santuarios, que en
realidad reciben centenares de miles o millones peregrinos durante todo el año.
También en las ermitas y santuarios más pequeños, situados en
pueblos o villas de no muchos habitantes, donde se
mantiene viva la tradición popular de la romería en el mes de mayo en
honor a la Virgen María.
Salvador
Aragonés
Fuente: Aleteia