Este 28 de marzo, el Santo Padre nos recuerda que, “En este tiempo de Cuaresma, nos hará bien no apagar la luz de la habitación sin antes ponernos bajo la luz de Dios”
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Santa Misa en la capilla de la Casa Santa Marta, 21 de marzo de 2020 (Foto de archivo) |
El Papa en un tuit nos invita a
“dejarnos asombrar por la Palabra de Dios, que ilumina nuestros pasos”.
“En este tiempo de
Cuaresma, nos hará bien no apagar la luz de la habitación sin antes ponernos
bajo la luz de Dios. Démosle al Señor la oportunidad de despertar nuestro
corazón, abriendo el Evangelio y dejándonos asombrar por la Palabra de Dios,
que ilumina nuestros pasos”, es la invitación que el Papa Francisco lanza desde
su cuenta de Twitter, @Pontifex, este 28 de marzo, martes de la V Semana de
Cuaresma.
«Despertándose vieron la gloria de Jesús»
El tuit del Pontífice es tomado de su alocución antes de rezar
la oración mariana del ángelus, del 13
de marzo de 2022, II Domingo de Cuaresma, en la cual la liturgia
presentaba el Evangelio de San Lucas, que narra la Transfiguración del Señor.
“Testigos de este
extraordinario acontecimiento son los apóstoles Pedro, Juan y Santiago, que han
subido al monte con Jesús. Nos los imaginamos con los ojos bien abiertos ante
aquel espectáculo único. Y ciertamente habrá sido así. Pero el evangelista
Lucas señala que «Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño» y que
«despertándose vieron la gloria de Jesús»”.
Velar en los
momentos importantes
El sueño de los tres discípulos, indicaba ese domingo el
Pontífice, parece como una nota discordante. Más tarde, estos mismos apóstoles
se dormirán en el Getsemaní, durante la oración angustiosa de Jesús, que les
había pedido que velaran en momentos tan importantes.
“Pero leyendo con
atención, vemos que Pedro, Juan y Santiago se duermen antes de que comience la
Transfiguración, es decir, justo cuando Jesús está en oración. Sucederá lo
mismo en Getsemaní. Evidentemente era una oración que se prolongaba, en
silencio y recogimiento. Podemos pensar que al principio ellos también estaban
rezando, hasta que prevaleció el cansancio, el sueño”.
Dios quiere
despertarnos del letargo interior
Ese II Domingo de Cuaresma, el Papa Francisco señalaba que, a
veces nos pasa lo mismo a nosotros, que nos quedamos dormidos en momentos
importantes, quizás cuando nos gustaría rezar, pasar un rato con Jesús después
de un día de mil carreras y compromisos. O cuando es el momento de intercambiar
unas palabras con la familia y ya no tenemos fuerzas.
“El tiempo fuerte
de la Cuaresma es una oportunidad en este sentido. Es un período en el que Dios
quiere despertarnos del letargo interior, de esta somnolencia que no deja
que el Espíritu se exprese. Porque —no lo olvidemos nunca— mantener el corazón
despierto no depende solo de nosotros: es una gracia, y hay que pedirla. Los
tres discípulos del Evangelio así lo demuestran: eran buenos, habían seguido a
Jesús al monte, pero solo con sus fuerzas no conseguían mantenerse despiertos”.
La luz de Dios nos
hace ver las cosas de otra manera
El Santo Padre concluía su reflexión señalando que, podemos
pensar que fue la luz de Jesús la que los despertó. Como ellos, decía el Papa,
también nosotros necesitamos la luz de Dios, que nos hace ver las cosas de otra
manera; nos atrae, nos despierta, reaviva el deseo y la fuerza de rezar, de
mirar dentro de nosotros y dedicar tiempo a los demás.
“Podemos vencer la
fatiga del cuerpo con la fuerza del Espíritu de Dios. Y cuando no podamos
superar esto, debemos decirle al Espíritu Santo: Ayúdanos. Ven, ven Espíritu
Santo. Ayúdame: quiero encontrar a Jesús, quiero estar atento, despierto.
Pedirle al Espíritu Santo que nos saque de esta somnolencia que nos impide
rezar”.
Finalmente, el Papa Francisco invitaba a pedir a la Virgen María
que nos ayude a mantener nuestro corazón despierto para acoger este tiempo de
gracia que Dios nos ofrece.
Renato Martínez -
Ciudad del Vaticano
Vatican News