La asociación Enraizados difunde una propuesta de cuaresmario para el tiempo litúrgico que ha comenzado este Miércoles de Ceniza para responder “como los primeros cristianos” al intento de “hacer desaparecer a Dios de la vida pública”
Detalle de la portada del cuaresmario de la Asociación Enraizados. Crédito: Enraizados |
Entre ellos se encuentra ofrecer la misa por los
políticos o el día “por España y por todos aquellos que quieren separarla” u
orar delante de un Ayuntamiento “porque Cristo también tenga una voz en la vida
pública”.
Según
se detalla en el cuaresmario, estas propuestas tratan de responder “como los
primeros cristianos” al intento de “hacer desaparecer a Dios de la vida
pública”.
Por
ello, también se insta a rezar un rosario público, compartir la fe en el
ambiente laboral o recuperar la añeja costumbre, ahora escasa en España, de
santiguarse al pasar por delante de una Iglesia.
También
se anima a “pedir al Señor porque la Reina Isabel sea llevada pronto a los
altares” y a difundir la devoción hacia esta Sierva de Dios, monarca española
junto a Fernando de Aragón, conocidos como los Reyes Católicos.
Por
otro lado, no son pocas las alusiones a ofrecer sacrificios y privaciones y
destinar el importe a los cristianos perseguidos, a realizar algún voluntariado
u ofrecer ayuda en la parroquia.
No
faltan además las invitaciones a frecuentar los sacramentos, en especial la
Confesión.
“Aprovechemos
los cuarenta días que vienen para vivirlos con Él, esforzándonos en vivir con
Dios nuestro ‘desierto’ personal y, sobre todo, dando testimonio de ese Amor
sin límite”, afirman desde Enraizados.
Seguimiento de Cristo
hasta la Pascua
¿Dónde
tiene su origen la Cuaresma? ¿A qué responde la llamada que realiza la Iglesia
en este tiempo? ¿Cuál es el sentido profundo de las prácticas recomendadas en
los cuaresmarios?
La
Cuaresma es un tiempo litúrgico en el que “la Iglesia se prepara para celebrar
la Resurrección de Cristo, el bautismo de los cristianos y la reconciliación
por el sacramento de la penitencia”.
Así
lo explica a ACI Prensa el P. Juan Manuel Sierra López, doctor en Sagrada
Liturgia y profesor del Máster en Teología Litúrgica de la Universidad
Eclesiástica de San Dámaso en Madrid.
El
experto detalla que “se trata de un itinerario que debe recorrer toda la
comunidad cristiana, en el seguimiento de Cristo hasta la Pascua; además es
preparación y recuerdo del bautismo; también es un periodo de purificación y
penitencia para alcanzar la santidad a la que Dios nos llama”.
Desde
una perspectiva histórica, el P. Sierra detalla que los primeros cristianos,
tras Pentecostés, “se reunían los domingos a celebrar la ‘Pascua semanal’. Sin
embargo, todo apunta a que también en el día del año en que caía la Pascua,
revivían de manera especial el acontecimiento”.
A
mediados del siglo II, la Pascua se celebraba “en Oriente y Occidente, aunque
no se ponían totalmente de acuerdo sobre el día que correspondía”.
Por otro lado,
“desde muy pronto se establecieron algunos días de ayuno y oración para
prepararse”, especifica el liturgista.
También se
consideraba la Pascua “el día mejor para la celebración del Bautismo y para que
los cristianos que habían pecado gravemente pudieran volver a unirse a la
comunidad de los creyentes”.
Ya en el siglo
IV se consolida esta preparación “en su triple dimensión: Pascual, bautismal y
penitencial”, si bien desde la Edad Media en el rito romano se acentuó esta
última “extendiendo a toda la comunidad cristiana la imposición de la ceniza”.
Por Nicolás
de Cárdenas
Fuente: ACI
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