Este domingo 15 de enero se celebra la Infancia Misionera, la jornada con la que los niños del mundo ayudan a evangelizar en misiones
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El P. José Mª Calderón y Javier Palacios, padre de familia en misión, presentan la Infancia Misionera 2023 |
En muchos grupos de catequesis y parroquiales, los niños montan y pintan (y rellenan) su “hucha del compartir” con donativos. Un concurso de dibujo (abierto hasta el
lunes 16 de enero) recoge en Obras Misionales Pontificas de España dibujos con
el lema “Uno para todos y todos para Él” (se sortean una tablet y altavoces bluetooth).
Infancia
Misionera se celebra en muchos países, pero el que más recauda es España, que aporta un sexto del
total recaudado.
Así, si
el último ejercicio Infancia
Misionera reunió un fondo internacional de 12 millones de euros para
repartir por los territorios de misión, de España llegaron casi 2,2 millones. El dinero de los
niños españoles (y de sus familias, que obviamente se suman) financió 335
proyectos en 35 países. Y no fue un año muy bueno: en 2018 recaudaron casi 4 millones (era antes de la
pandemia).
Y el de
todos los niños del mundo implicados apoyó en total 2.500 proyectos, siempre orientados a niños:
El
padre José María Calderón, director nacional de Obras Misionales Pontificias en España,
valoró que Infancia Misionera enseña
a los niños de todo el mundo que “la Iglesia no es solo su barrio o su
parroquia”, sino que es el mundo entero “y que hay muchos niños que no
conocen a Jesús o viven en condiciones muy difíciles”.
Un ejemplo: comedor en la
selva amazónica
Un ejemplo de estas obras lo ha explicado Jaime Palacios, misionero en la
selva amazónica de Perú desde hace 12 años... con su mujer y sus cinco hijos,
porque se trata de una familia misionera de
tradición corazonista.
Ellos viven en la Amazonía peruana, en el vicariato de Yurimaguas, zona pobre y remota,
con una extensión que dobla a Cataluña. La Iglesia llegó allí primero
ofreciendo educación, sanidad y comunidades, viajando por río o avioneta, en
zonas sin carretera. El Estado llegó mucho más tarde, y con muchas carencias.
A los niños de Yurimaguas, Infancia Misionera les ayuda con la comida de los comedores escolares.
También con los costosos traslados a Lima, la capital, cuando es
necesario por razones de salud. Infancia Misionera apoya también un hogar para
discapacitados y sus familias.
El obispo de Yurimaguas es un misionero pasionista español, Jesús María Aristín. Ha
grabado un mensaje en vídeo: “Gracias a Infancia Misionera nos llegan muchas
ayudas. Os lo agradezco y os animo a seguir colaborando para que la Iglesia
misionera pueda seguir atendiendo a miles y miles de niños en Yurimaguas”.
Colabora con
donativos y difundiendo desde la web de Infancia Misionera.
Jaime Palacio
y su familia llevan 12 años de misioneros en Yurimaguas; en este vídeo explica
como llegan las ayudas de Infancia Misionera.
Fuente: ReL