“Si no hay hijos en las familias cristianas, no hay sacerdotes”
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Fernando Sancha en su ordenación sacerdotal en el seminario de Logroño. |
«Dios es como el GPS que recalcula tu
ruta y te lleva por otro camino». Así ha definido Fernando Sancha a
Dios después de una experiencia vital. Sancha ha ejercido durante dos décadas
como técnico audiovisual y directivo en varias televisiones, y el pasado sábado
1 de octubre fue ordenado sacerdote.
Fernando Sancha ha oficiado su
primera eucaristía este domingo en la parroquia de los Santos Mártires
de Calahorra, después de cuatro años sin ordenaciones sacerdotales en la
Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño.
Recién cumplidos los 50 años, el pasado
23 de septiembre, ha reconocido a Efe que «la vocación siempre
ha estado ahí» a lo largo de toda su vida, porque su familia ha vivido el
cristianismo con intensidad. Además, colaboraba como monaguillo con su tío
abuelo sacerdote diocesano.
Sus padres eran de Logroño, pero se
trasladaron a vivir a Pamplona y allí tuvieron a sus ocho hijos,
los más pequeños Fernando y un hermano mellizo. La muerte prematura de su padre
por un infarto, con apenas 49 años, marcó su infancia, ya que
él solo tenía 7 años.
Sancha es licenciado en Ciencias
de la Información por la Universidad de Navarra en
1994. En la década de los noventa trabajó en la televisión local de Logroño TVR
Canal 52, en el centro territorial de TVE La Rioja y después en Rioja 4 TV.
Su experiencia vital
En esta cadena desempeñó los puestos
de director técnico y realizador jefe, por lo que se encargó de
arrancar las emisoras de Navarra y Tenerife, isla en la que se quedó a vivir
durante ocho años. Durante este tiempo, mantuvo una relación
sentimental con una joven que, cuando finalizó, llevó a Sancha a
replantearse toda su vida.
«Llega un momento en el que te paras y
te planteas si estás siendo feliz o si sigues el guion de otro. Ese
fue un momento de reflexión y el Señor aprovechó para decirme que llevaba mucho
tiempo esperándome», ha explicado.
Por esto, Sancha compara su «camino
vocacional» al funcionamiento de un GPS porque «Dios tiene un destino para ti,
pero, con la libertad personal, eliges una carretera equivocada a lo largo de
la vida y Dios se encarga de recalcular la ruta».
En lugar de reconocer que tiene vocación
tardía, sostiene que su respuesta llegó «en el momento que Dios quiso». Ha
defendido que su experiencia vital, haber sido cocinero antes que fraile, haber
desempeñado varios puestos laborales y haber tenido novia le permitirá ejercer
mejor su ministerio. De esta manera, podrá entender mejor a los fieles
en sus circunstancias de la vida diaria de los cristianos.
Por otro lado, Sancha ha reconocido que
los casos de pederastia en el seno de la Iglesia católica son
«una realidad dolorosa y denunciable», pero es «injusto» fijarse
solo en los curas pederastas. La mayoría de los casos de abusos a menores
ocurren en las propias familias. Ha subrayado que no se puede hacer de este
tema un caso general.
En cuanto a la falta de vocaciones, ha
puntualizado que «las vocaciones no vienen de Marte: si no hay hijos en las
familias cristianas, no hay sacerdotes». Aun así, ha defendido que es mejor que
haya «pocos y santos».
Fuente:
El Debate