Guido D’Arezzo, el inventor de la moderna notación musical, llamó a las notas con un acróstico tomado de un himno a este santo
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Ivanhoe CC via Wikipedia/La placa que recuerda el nacimiento del "inventor" de las siete notas musicales |
Tal vez siempre
pensaste que los nombres de las notas musicales las inventó María von
Trapp (La novicia rebelde, Sonrisas y lágrimas), componiendo canciones para
entretener a sus futuros hijastros mientras iban en sus bicicletas por el campo
austríaco. Pero el verdadero origen es mucho más antiguo.
La notación
musical moderna nació alrededor de 1025 en Pomposa, en la costa adriática de
Ferrara en Italia, cuando el monje benedictino y teórico de la música Guido de
Arezzo, se dio cuenta de que sus compañeros monjes tenían dificultades para
recordar las melodías que se suponía que cantan mientras rezan la liturgia.
El sistema de
Arezzo (el mismo que usamos hoy en día, que consiste básicamente en una
plantilla de cinco líneas, cuatro espacios y siete notas en diferentes
octavas), sustituía la notación neumática, que consistía en una serie
de indicaciones respecto a los patrones de tono y ritmo que permitiría al
cantante seguir los cambios necesarios en la articulación, la duración o el
tiempo relacionados con sus propias capacidades de respiración.
De hecho, la
palabra neumática deriva tanto del pneuma griego, que
significa «aliento», como de neuma, que significa «señal». En los primeros
días de la Iglesia, por ejemplo, esta notación neumática se utilizaba para
anotar las inflexiones «casi-melódicas» de la recitación de las Escrituras.
El Micrologus (su
tratado musical, que se convirtió en el segundo texto sobre música más
ampliamente distribuido en la Edad Media) de Guido D’Arezzo incluía lo que hoy
conocemos como las notas musicales, establecía el uso (y los nombres) de
nuestras siete notas musicales: ut – re – mi – fa – sol – la – si (fue
Giovanni Battista Doni quien cambiaría ut por do más
adelante, en el siglo XVIII).
D’Arezzo
bautizó los nombres de las primeras seis notas tomando el acróstico
de las primeras seis medias líneas de este himno dedicado a San Juan
Bautista:
(Para que
puedan / exaltar a pleno pulmón / las maravillas / estos siervos
tuyos / perdona la falta / de nuestros labios impuros)
La séptima
nota, SI, se formó usando las iniciales de San Juan, Sancte Ioannes en
latín. Se añadió un poco más adelante, con el fin de completar la escala
diatónica.
Si desea
escuchar la Ut Quéant Laxis, no te pierdas el video que viene a
continuación:
Daniel Esparza
Fuente: Aleteia
