“Todo esto me ayuda a ver a las personas, sus vidas y realidades como las ve Dios Padre, con mucho cariño"
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Centro de Ocio y Tiempo Libre "Cristo Rey" en Torrox. Dominio público |
Al
llegar la temporada de verano, "el cambio más evidente es que pasamos de tener 30 o 40 a tener
más de 100 personas alojadas en el establecimiento. Esto da pie a
conocer a mucha gente, a saber de sus vidas y a crear lazos que se van
manteniendo en el tiempo", asegura el director del centro.
Chavales con vidas complicadas
"Cuando
vienen los grupos de niños en situación de exclusión social, llama la atención
que muchos de ellos lo que
traen es una bolsa de plástico con tan solo una muda de ropa interior. En
otra ocasión, uno de los responsables de un grupo me contaba que el padre de
uno de los niños que traía había agredido al padre de otro de los participantes
y estaba en la cárcel. Él tenía que estar pendiente para que convivieran los
niños en paz esos días. Todo esto me ayuda a ver a las personas, sus vidas y
realidades como las ve Dios Padre, con mucho cariño", detalla.
Casado
y miembro de la comunidad parroquial de Santa María de la Amargura, a Emilio
Martín le gusta citar la carta a los Filipenses: “No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos
el interés de los demás”. Esas palabras, dice, son "un faro que guía mi día a
día. Me encanta dedicar un rato sosegado a hablar con el Señor Jesús y,
el resto del día, ¡qué bien sienta estar ayudando a que todos pasen un día
fantástico!"
Su
trabajo, piensa, puede ser otra forma de evangelizar. "¡Me encantaría que
todo lo que hago ayudase a transmitir el Evangelio!. No siempre lo consigo,
pero me empeño en ello. Que
todo esté limpio y ordenado, que la comida esté bien hecha y les guste, que se
sientan como en casa... ¡Cuánto me gustaría que vean en esa acogida y trato
cariñoso que doy, la ternura y la acogida con que Dios Padre nos acoge y ama a
cada uno de sus hijos!"
Fuente: ReL