La vicepresidenta de la Fundación Sociedad y Educación defiende que los niños deben poder cultivar la dimensión espiritual
![]() |
I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión. Foto: Jorge Zorrilla. Dominio público |
Mercedes de Esteban Villa, vicepresidenta de la Fundación Europa Sociedad y Educación, que intervino en el encuentro, lo sabe. Afirma en entrevista con Alfa y Omega que la presencia de la Religión en la LOMLOE «es escasa, aunque respetuosa con el ordenamiento jurídico». «A nuestros políticos les produce temor y recelo abordar este tema.
Piensan que hablar de cuestiones religiosas los va a significar»,
apunta. Y defiende: «La religión cuenta en el momento de tomar decisiones
importantes». También dice que los alumnos que no eligen Religión deben poder
contar con una actividad educativa: «No pueden jugar en el patio o irse a
casa».
En este sentido, valora el trabajo
que realizan los profesores de esta materia, que no es otro que el de colocar a
los estudiantes ante preguntas determinantes de la vida, pues «hay muchas
maneras de resolver los problemas, y la espiritual es una de ellas». «La dimensión
espiritual, la que nos hace humanos, debería ser respetada, animada e inspirada
en todos los alumnos, independientemente de que reciban enseñanza religiosa
confesional o no», agrega.
Aunque no niega que este asunto
implique el derecho de los padres, ella prefiere plantearlo de otra manera,
desde el derecho del menor a cultivar todas las dimensiones de su persona: «Y
las preguntas sobre el sentido son determinantes. El niño tiene derecho a que
se le explique que hay maneras distintas de responder». También cree que es un
derecho cultural, pues la religión «construye identidad». «El enfoque de
derechos del menor, presente en la LOMLOE, abre una vía interesante para la
inculturación religiosa de nuestros hijos», dice.
De Esteban, que dirige un programa de trabajo sobre sociedad civil, religiosidad y educación, constata que los profesores de Religión se sienten respetados por sus compañeros y que «son de los profesionales de la educación mejor preparados», aunque en los medios la visión que se da sobre ellos y la materia es «excesivamente negativa».
Fran
Otero
Fuente:
Alfa y Omega