El Papa Francisco saludó a los participantes en la segunda edición de los Estados Generales de la Natalidad. En su mensaje afirmó que no ver el problema de la falta de nacimiento es una “actitud miope”; es dejar de ver lejos, de mirar hacia adelante
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| La maternidad |
Ayer
y hoy viernes 13 de mayo se celebra en el Auditorium della
Conciliazione de Roma el Foro de las Familias, en lo que es su segunda
edición. En la apertura de los trabajos se leyó el mensaje del Papa
Francisco. En su mensaje, el Pontífice se disculpó con los
presentes, por no haber podido estar con ellos en forma presencial, sin
embargo, dijo, seguirá con atención los trabajos, porque el tema de la
natalidad es una verdadera emergencia social, señaló y agregó que esta
emergencia no es “inmediatamente perceptible, como otros problemas que ocupan
la actualidad”, pero es muy urgente:
“Cada
vez nacen menos niños, y eso significa empobrecer el futuro de todos; Italia,
Europa y Occidente están empobreciendo su futuro”.
La familia rica en hijos corre riesgo de ser una
utopía
El
Papa dijo a los presentes, que en la actualidad, existe una periferia
existencial en Occidente que no se percibe inmediatamente:
“Es
el de las mujeres y los hombres que tienen el deseo de tener un hijo, pero no
pueden realizarlo. Muchos jóvenes luchan por realizar su sueño familiar. Y así
se baja la “varilla del deseo” y se conforman con sucedáneos mediocres, como
los negocios, el coche, los viajes, la custodia celosa del tiempo libre... La
belleza de una familia rica en hijos corre el riesgo de convertirse en una
utopía, un sueño difícil de realizar”.
No ver el problema es una actitud miope
El
Santo Padre, afirmó que la actitud conformista, de no luchar por alcanzar el
sueño de traer al mundo hijos, es una “nueva pobreza que lo asusta. El Santo
Padre añadió que es “la pobreza generadora” de los que descartan el deseo de
felicidad en sus corazones, de los que se resignan a diluir sus mayores
aspiraciones, de los que se conforman con poco y dejan de esperar grandes
cosas.
“Sí,
es una pobreza trágica, porque afecta a los seres humanos en su mayor riqueza:
traer vidas al mundo para cuidarlas, transmitir la existencia que han recibido
a otros con amor”.
Por
tanto, para el Papa, no ver el problema de la falta de nacimiento es una
“actitud miope”; es dejar de ver lejos, de mirar hacia adelante. Es dar la
espalda, dijo, pensando que los problemas son siempre demasiado complejos y que
no se puede hacer nada. Es, en una palabra, rendirse.
“Se puede hacer”
Por
eso, a Francisco, le gustó el título del evento, organizado por la Fundación
para la Natalidad y promovido por el Foro de las Familias: "Se puede
hacer". Es el título de los que no renuncian, afirmó el Pontífice, de los
que esperan contra la esperanza, contra unas cifras que empeoran
inexorablemente año tras año. Se puede hacer, significa no aceptar pasivamente
que las cosas no pueden cambiar.
Por
último, el Papa alentó a todos, porque "las cosas pueden cambiar si, sin
miedo, más allá de los intereses partidistas y las vallas ideológicas,
comprometámonos juntos", y añadió:
"Por
eso espero que a todos los niveles -institucional, mediático, cultural,
económico y social- se promuevan, mejoren y apliquen políticas concretas
destinadas a relanzar la natalidad y la familia. Pienso en ustedes y me gusta
ver cómo el tema de la natalidad es capaz de unir, no de dividir. Empresas,
bancos, asociaciones, sindicatos, deportistas, actores, escritores, políticos,
todos juntos para reflexionar sobre cómo volver a ilusionarse con la
vida".
Los
datos, las previsiones y las cifras son ya conocidos por todos, dijo, ahora es
necesaria la concreción. Es hora de dar respuestas reales a las familias y a
los jóvenes, señaló, la esperanza no puede ni debe morir de espera.
"Pido a Dios que bendiga vuestro compromiso.
Estoy cerca de ustedes y les animo, para que juntos podamos revertir el curso
de este frío invierno demográfico. Gracias. Se puede hacer".
Patricia
Ynestroza, Ciudad del Vaticano
Vatican News
