Necesitamos discípulos convencidos en su profesión de fe y capaces de transmitir la llama de la esperanza a los hombres y mujeres de este tiempo
2022.04.23 Audiencia del Papa a los participantes del Simposio organizado
por la Asociación Fiat (Vatican Media) |
En la mirada de
nuestros hermanos, víctimas de los horrores de la guerra, leemos la necesidad
profunda y apremiante de una vida marcada por la dignidad, la paz y el amor.
Por eso “urge una civilización del amor”. El Papa Francisco lo repite a los
participantes en el Simposio organizado sobre la figura del cardenal Suenens,
recibidos en la mañana del sábado 23 de abril.
“La vocación de
la Iglesia es evangelizar; la alegría de la Iglesia es evangelizar”: el Papa
Francisco lo subraya a los participantes en el Simposio sobre la figura del
Cardenal Suenens, organizado por la Asociación Fiat, recibidos en el Vaticano
este 23 de abril. A ellos recuerda que hoy, más que nunca, en este mundo
secularizado, estamos interpelados a ser una Iglesia en salida: “necesitamos
discípulos convencidos en su profesión de fe y capaces de transmitir la llama
de la esperanza a los hombres y mujeres de este tiempo” afirma.
Urge una
civilización del Amor
Sucede que “las
tragedias que estamos viviendo en este momento, en particular la guerra en
Ucrania”, “nos recuerdan la necesidad urgente de una civilización del amor”,
porque “en la mirada de nuestros hermanos y hermanas, víctimas de los horrores
de la guerra, leemos la necesidad profunda y apremiante de una vida marcada por
la dignidad, la paz y el amor”:
Como la Virgen
María, debemos cultivar continuamente el espíritu misionero para hacernos cercanos
a los que sufren, abriéndoles nuestro corazón. Debemos caminar con ellos,
luchar con ellos por su dignidad humana y difundir el perfume del amor de Dios
por todas partes.
No tener miedo
a las crisis
Aunque nuestra
casa común está “sacudida por múltiples crisis” el Santo Padre alienta a “no
tener miedo a las crisis”, porque ellas “nos purifican, nos hacen salir mejor”.
Resulta necesario, eso sí, “construir una humanidad, una sociedad de relaciones
fraternas y llenas de vida”, porque “el amor al otro por ser quien es, nos
mueve a buscar lo mejor para su vida”.
Sólo en el
cultivo de esta forma de relacionarnos haremos posibles la amistad social que
no excluye a nadie y la fraternidad abierta a todos.
Dar testimonio
de la ternura y la bondad de Dios
Por eso el Papa
Francisco invita a los miembros de la asociación ser testigos de la
misericordia, la ternura y la bondad de Dios y los exhorta a dar, con sus
palabras, acciones y testimonio, “un fuerte mensaje a nuestro mundo, tan pobre
en humanidad”.
Que, a través
de la oración y de la propia misión, - concluye- puedan tomar de la fuente del
bien y de la verdad, y encuentren en la comunión con Cristo muerto y resucitado
la fuerza para ver el mundo con una mirada positiva, una mirada de amor, una
mirada de esperanza, una mirada de compasión y de ternura, con especial
atención a los desfavorecidos y marginados.
Vatican News