Su gestión se centrará en promover la “identidad y dinamismo” en el desarrollo de los proyectos actuales y futuros de la Universidad de Navarra
Crédito: Cortesía de la Universidad de Navarra |
María Iraburu,
la nueva rectora de la Universidad de Navarra, que fue fundada por San
Josemaría Escrivá de Balaguer, llamó a la comunidad educativa a trabajar juntos
con “profesionalismo y compromiso” e “identidad y dinamismo”, para alcanzar los
objetivos propuestos en el marco de su nueva gestión.
Este 10 de
enero, María Iraburu tomó posesión del cargo de rectora de la Universidad de
Navarra, en una ceremonia privada realizada en el campus de Pamplona, donde
asistieron autoridades locales, la junta de gobierno universitaria, así como
profesores, estudiantes, familiares y amigos de Iraburu.
En su discurso,
la nueva rectora agradeció al Prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocariz, “por
su confianza”, así como al anterior rector, Alfonso Sánchez-Tabernero, de quien
destacó su “optimismo imbatible”, su “mentalidad estratégica” y su “confianza
en las personas, práctica, real, que crea un ambiente de libertad que favorece
la creatividad y el crecimiento”.
Además, anunció
que su gestión se centrará en promover la “identidad y dinamismo” en el
desarrollo de los proyectos actuales y futuros de la Universidad de Navarra,
que fue fundada por San Josemaría Escrivá de Balaguer, quien a su vez fundó el
Opus Dei.
Explicó que la
“identidad” consiste en ser “personas reflexivas, abiertas a las grandes
preguntas y a la aportación de todos los saberes, comprometidas con la verdad
esté donde esté y venga de donde venga, porque no somos sus dueños”.
La nueva
rectora dijo que el “dinamismo”, en palabras de su fundador, refiere a que la
Universidad “espolea la pasividad y despierta fuerzas que dormitan”; e implica
“cuestionar los paradigmas imperantes y proponer otros nuevos”, “ser sensibles
a las necesidades de nuestro entorno”, así como “aprender de nuestros
estudiantes y colegas” para “romper con inercias y arriesgar sin miedo a
equivocarnos”.
“La identidad
sin dinamismo es esclerosis, y acaba por no ser identidad; el dinamismo sin
identidad es dispersión y termina por agotarse y ser estéril”, agregó.
También, señaló
que el desarrollo de la universidad crecerá sobre todo “por el poder
transformador que tienen las personas cuando trabajan con profesionalidad y
compromiso”, cualidades que guían “la Estrategia 2025” de la Universidad de
Navarra, cuyo lema es “Universidad y sostenibilidad”.
En los próximos
años, se espera lograr “una docencia transformadora, una investigación enfocada
a cuestiones sociales, ambientales y económicas, y proyectos
interdisciplinares, como el Centro Bioma y su Museo de Ciencias, que nos
permitan contribuir a los grandes desafíos de nuestro tiempo”, dijo.
Iraburu, “la
primera rectora nacida” en Navarra, dijo que hará de la universidad “un
proyecto social, integrador, enraizado en esta tierra y abierto al mundo”,
teniendo como base “los principios del humanismo cristiano, que, por
convencimiento, no por táctica, respeta y fomenta la dignidad y la libertad de
personas y de instituciones”.
Por su parte,
Alfonso Sánchez-Tabernero agradeció el apoyo de la comunidad universitaria e
instituciones navarras a su gestión, y destacó algunos logros como la creación
de “nuevos grados y posgrados, centros de investigación, el Museo de Arte, o el
campus de Madrid”.
Asimismo
destacó que la nueva rectora “ha demostrado sus excelentes condiciones de
gobierno. Tiene criterio, determinación y empatía. Es una gran académica con
una relevante trayectoria internacional. María es una mujer valiente y
magnánima y va a impulsar con acierto los proyectos de la Universidad de
Navarra”.
La Universidad
de Navarra nació en 1952, promovida por San Josemaría Escrivá, fundador del
Opus Dei, y destaca por su “búsqueda de la excelencia en la docencia y la
investigación, siempre al servicio de las personas y la sociedad”.
Actualmente,
tiene sedes en Pamplona, San Sebastián, Madrid, Barcelona, Nueva York y Múnich.
Por Cynthia
Pérez
Fuente: ACI
Prensa