Palabras especiales a los millones de personas que padecen la enfermedad de la lepra, y que en consecuencia sufren, además de las dolencias físicas, el rechazo social y la marginación, particularmente en los países más pobres
| Plaza de San Pedro a la hora del rezo del Ángelus |
"Expreso
mi cercanía a quienes padecen esta enfermedad y espero que no les falte apoyo
espiritual y atención sanitaria", dijo el Papa tras haber rezado el
Ángelus, este domingo 30 de enero, Día Mundial de la Lepra, que lamentablemente
continúa siendo causa de marginación y estigma social en muchos países. En la
víspera de la fiesta de San Juan Bosco, Francisco también saludó a la familia
salesiana "¡que tanto bien hacen en la Iglesia!" y felicitó a los que
mañana, celebran el Nuevo Año Lunar.
Después
de haber rezado la oración mariana del Ángelus, el domingo 30 de enero, el Papa
Francisco dedicó unas palabras especiales a los millones de personas que
padecen la enfermedad de la lepra, y que en consecuencia sufren, además de las
dolencias físicas, el rechazo social y la marginación, particularmente en los
países más pobres.
Pensamiento del Papa a los enfermos de lepra
"Hoy
es el Día Mundial de la Lepra. Expreso mi cercanía a quienes padecen esta
enfermedad y espero que no les falte apoyo espiritual y atención sanitaria. Es
necesario trabajar juntos para la plena integración de estas personas,
superando cualquier discriminación asociada a una enfermedad que,
desgraciadamente, sigue afectando a tantos, especialmente en los contextos
sociales más desfavorecidos", dijo
el Santo Padre.
¿Qué es la lepra?
La lepra es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria que afecta a la piel y a los nervios periféricos, las mucosas de las vías respiratorias y los ojos. Tal como informan los expertos, evoluciona muy lentamente ya que su tiempo medio de incubación es de cinco años, aunque los síntomas pueden tardar hasta veinte años en aparecer.
Por
su parte, en 1991 la Organización Mundial de la Salud programó el
objetivo de erradicar la lepra para el año 2000. Una meta que no se cumplió,
(actualmente cada año se registran cientos de miles de nuevos casos) pero
igualmente se lograron muchos avances gracias a los esfuerzos conjuntos de
varias instituciones y a la distribución gratuita de medicación.
Con
el fin de concienciar a la sociedad sobre esta enfermedad y reducir el estigma
que sufren las personas que la padecen, el último domingo del mes de enero
se celebra el Día Mundial contra la Lepra, que este año lleva como lema: "Unidos
en la Dignidad".
Saludos por el Año Nuevo Lunar
Continuando
con su alocución, el Pontífice recordó que pasado mañana, 1 de febrero, se
celebrará el Año Nuevo Lunar en todo el Extremo Oriente, así como en varias
partes del mundo:
"En
esta ocasión, extiendo mis cordiales saludos y expreso el deseo de que en el
nuevo año todos puedan disfrutar de paz, salud y una vida pacífica y segura.
¡Qué bonito es cuando las familias encuentran ocasiones para reunirse y vivir
momentos de amor y alegría! Muchas familias, por desgracia, no podrán reunirse
este año a causa de la pandemia", aseveró
Francisco, compartiendo su deseo de que pronto podamos superar la prueba:
"Espero
que, gracias a la buena voluntad de los individuos y a la solidaridad de los
pueblos, toda la familia humana pueda alcanzar con renovado dinamismo metas de
prosperidad material y espiritual", añadió.
Saludos a la familia salesiana de San Juan Bosco
Finalmente,
en la víspera de la fiesta de San Juan Bosco, el Papa saludó a los salesianos y
salesianas que tanto bien hacen en la Iglesia:
"He
seguido la misa celebrada en el santuario de María Auxiliadora por el Rector
Mayor, Ángel Fernández Artime, y recé con él por todos. Pensemos en este gran
santo, padre y maestro de la juventud. No se encerró en la sacristía, no se
encerró en sus cosas. Salió a la calle a buscar a los jóvenes, con esa
creatividad que le caracterizaba. Mis mejores deseos para todos los salesianos
y salesianas", dijo Francisco.
Antes
de despedirse, el Papa saludó a todos los fieles y peregrinos de Roma y de
diversas partes del mundo:
"En particular, saludo a los fieles de Torrejón
de Ardoz, en España, y a los estudiantes de Murça, en Portugal. Les deseo
a todos un buen domingo. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Buen
almuerzo y hasta pronto", concluyó.
Ciudad
del Vaticano
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