Este artículo presenta 5 datos que tal vez no conocías sobre el sacramento del Bautismo, puerta para los otros sacramentos, a pocos días de la celebración de la Solemnidad del Bautismo del Señor.
Dominio público |
1. Jesús
mismo fue bautizado y el bautismo se inició con los Apóstoles
La
periodista, bloguera y oradora católica Marge Fenelon comenta en un artículo
del National Catholic Register que “Jesús
fue y es el Rey de reyes, Dios-Hombre y el Todopoderoso mismo. No tenía
absolutamente ninguna necesidad de ser bautizado. Él es la salvación y él mismo
no la necesita. En la Cruz, la sangre y el agua que brotaban de su costado son
‘tipos de Bautismo y Eucaristía, sacramentos de vida nueva’, como dice el
Catecismo (CCI 1225)”.
“Aun
así, Jesús insistió en que Juan lo bautizara (a pesar de la resistencia del
Bautista). Jesús le dijo: ‘Permítelo ahora, porque así conviene que cumplamos
toda justicia’. (ver Mt 3:14) ¡Qué ejemplo para todos nosotros!”.
“Desde
el día de Pentecostés la Iglesia ha celebrado y administrado el santo Bautismo.
En efecto, san Pedro declara a la multitud conmovida por su predicación:
‘Convertíos [...] y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de
Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo’ (Hch 2,38)”, indica el Catecismo en el numeral 1226.
San
Higinio, pontífice aproximadamente entre los años 138 al 142, instituyó el
padrino y la madrina en el bautismo de los recién nacidos para que guíen a los
pequeños en la vida cristiana.
2. Tiene varios nombres
Bautizar,
del griego “baptizein”, significa “sumergir” o “introducir dentro del agua”.
Esta inmersión simboliza “el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de
Cristo, de donde sale por la resurrección con Él” (CCI 1214).
Este
sacramento también es llamado “baño de regeneración y de renovación del
Espíritu Santo”, así como “iluminación” porque el bautizado se convierte en
“hijo de la luz”.
San
Gregorio Nacianceno decía que es “Don,
porque es conferido a los que no aportan nada; gracia, porque es dado
incluso a culpables; bautismo,
porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales
son los que son ungidos); iluminación,
porque es luz resplandeciente; vestidura,
porque cubre nuestra vergüenza; baño,
porque lava; sello,
porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios”.
3. Se renueva cada año
“En
todos los bautizados, niños o adultos, la fe debe crecer después del Bautismo.
Por eso, la Iglesia
celebra cada año en la vigilia pascual la renovación de las promesas del
Bautismo. La preparación al Bautismo solo conduce al umbral de
la vida nueva. El Bautismo es la fuente de la vida nueva en Cristo, de la cual
brota toda la vida cristiana” (CCI 1254).
Fenelon
indica también en su artículo que “el bautismo de Jesús, de hecho, el bautismo
en general, me asegura la promesa de Dios de salvación para quienes lo buscan.
Dios sabe, literalmente, que ciertamente lo busco. La Iglesia llama al bautismo
el ‘lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo’. ¡Eso
es realmente algo maravilloso para reflexionar!”.
4.
Un no bautizado también puede bautizar
Dice
el Catecismo de la Iglesia Católica (1256) que “son ministros ordinarios del
Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina, también el diácono
(cf CIC, can. 861,1; CCEO, can. 677,1). En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no
bautizada, puede bautizar (cf CIC can. 861, § 2) si tiene la intención requerida
y utiliza la fórmula bautismal trinitaria”.
“La
intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar.
La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad salvífica universal
de Dios (cf 1 Tm 2,4) y en la necesidad del Bautismo para la salvación (cf Mc
16,16)”(CCI 1253).
5.
Es un sello único y permanente
“El
Bautismo imprime en el cristiano un sello espiritual indeleble (character) de
su pertenencia a Cristo. Este
sello no es borrado por ningún pecado, aunque el pecado impida al Bautismo dar
frutos de salvación (cf DS 1609-1619). Dado una vez por
todas, el Bautismo no puede ser reiterado” (CCI 1272).
Fenelon
recuerda asimismo que “junto con el bautismo, se me dio una misión y no soy la
única. A todos los bautizados se les ha encomendado la misión de difundir la
Buena Nueva de Jesucristo hasta los confines de la tierra y bautizar a todos
los pueblos”.
“Traer
a otros a la Iglesia no es una opción; es una obligación”, remarcó.
Fuente: ACI