Un sacerdote advirtió a los novios que dudan en casarse, que “la unión libre no es digna para el ser humano”
Imagen referencial. Crédito: Everton Vila / Unsplash. |
En su artículo titulado “‘Yo
no te pido’ (engañifas de la unión libre)”, el P. Eduardo Hayen Cuarón,
director del semanario Presencia de la Diócesis mexicana de Ciudad Juárez,
lamentó que “a medida en que no se cultiva la fe y aumentan el materialismo y
el ateísmo, menos parejas se interesan por celebrar su unión en una boda
religiosa”.
Además, dijo, “la cultura popular promueve el amor libre”.
Frente a esta situación, el P. Hayen Cuarón subrayó que “el hombre
nació para construir proyectos que trasciendan, y uno de ellos –quizá el más
importante– es el formar una comunidad de vida y de amor llamada familia”.
“Cuando dos personas deciden vivir juntas y sin compromisos con la
sociedad y con Dios, generalmente lo hacen porque uno de los dos no está
realmente seguro de establecer una entrega comprometida para toda la vida”.
“Si no hay papeles que firmar ni altar ante el cual hacer una
alianza, la puerta se queda abierta para poder escapar de la relación en
cualquier momento de crisis”, señaló.
El sacerdote mexicano resaltó que “el contrato del matrimonio se
establece para proteger a los cónyuges”.
“Vivir juntos para toda la vida incluye riesgo para ambos, sobre
todo para la mujer”, dijo, pues “ella muchas veces deja de trabajar para
dedicarse a la crianza de los hijos, y el contrato matrimonial le garantiza que
ella y los niños serán mantenidos”.
“Ante un eventual abandono del marido, la mujer tiene derecho a
recibir una cantidad económica de su esposo como mantenimiento para ella y los
hijos, pero si no existe el matrimonio, tampoco existe la protección”, indicó.
El sacerdote desmintió además que las parejas que viven en unión
libre o en concubinato sean más felices, pues “en la unión libre la relación de
pareja no es más relajada, sino más estresante”.
“Simplemente saber que en cualquier momento el otro puede irse de
la casa y sin obligaciones hace que se nazca en la pareja el miedo de verse
abandonado, lo que se reflejará en más pleitos y discusiones”, dijo.
“Además a nivel sexual las relaciones íntimas se vuelven
engañosas, ya que la entrega que se expresan mediante sus cuerpos no
corresponde al nivel de compromiso en el que viven sus vidas ordinariamente”.
El P. Hayen Cuarón subrayó que “la unión libre, en el fondo, es
egoísta. Se deslinda de Dios y de la comunidad. Es un amor aislado, incompleto,
sin conexión con el bien de la sociedad que todos formamos y sin articulación
con el amor divino que el matrimonio representa”.
“Por eso cuando los novios se casan por la Iglesia se piden
testigos y la ceremonia es pública. La asamblea de invitados, grande o pequeña,
ratifica que el matrimonio es un bien para la Iglesia y la sociedad, pero
además, por ser un bien no exento de dificultades y pruebas, necesita una
comunidad que ayude a los novios con un soporte espiritual”.
“Más allá de la poesía hecha música, el amor verdadero y real es
el que firma los papeles, el que se compromete con Dios y con la sociedad en
una entrega para toda la vida. Es el matrimonio el que recibe la bendición
divina. Lo otro es inseguridad”, expresó.
Por David Ramos
Fuente: ACI Prensa